Crónica | No hay necesidad de recortes
Oliveres:«El problema del paro solo se soluciona con el reparto del trabajo»
La solución al paro en el Estado español se encuentra en el reparto del empleo. Lo hizo el Estado francés hace años y en Hego Euskal Herria su demanda llevó a la mayoría sindical vasca a convocar una huelga general en 1999. Arcadi Oliveres pide terminar con la especulación financiera, el fraude fiscal y los paraísos fiscales, porque «no hay necesidad de recortes».
Juanjo BASTERRA
Ante tanta desolación social por la crisis y por la falta de iniciativas imaginativas por parte de los gobiernos que, como siempre, recurren a la vieja fórmula de los recortes contra quienes menos tienen, la gente se acerca, comparte y recupera el aliento con los profesores más coherentes con el apoyo a los más desfavorecidos, como es Arcadi Oliveres, entre otros muchos. Presidente de la Asociación Justicia y Paz de Barcelona, doctor en Economía y profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona, economista y reconocido activista por la justicia social y la paz, repasó «La Economía en tiempo de crisis» en la repleta Biblioteca de Bidebarrieta de Bilbo, invitado por Emaus Fundación Social.
Tras recordar que las raíces de la crisis se hunden necesariamente cada cierto tiempo en la propia debilidad del sistema capitalista, recordó que en esta ocasión se ha unido «un elemento importante como es la fuerte especulación, que ha engrandecido a la crisis».
Oliveres remarcó que «no hay voluntad política para frenar la especulación» y es lo que ha roto todas las «burbujas» que se habían activado. Retrocedió a 1929 para indicar que en aquella gran depresión, la fórmula que utilizaron los gobiernos fue reactivar la inversión pública y, sin embargo, en la actualidad el poder neoliberal es tan feroz que ha obligado «a los gobiernos títeres unos de otros» a entregar cantidades ingentes de dinero a los banqueros, en vez de activar la economía mediante la inyección pública.
¿Qué hay que hacer?
Pero Oliveres también ofreció salidas, porque la sociedad necesita esperanza para ver luz al final del túnel y poder luchar. A su juicio, lo primero que se debe hacer es «no permitir que la especulación continúe», para lo que consideró necesario que se ponga en práctica la Tasa Tobin, es decir, un impuesto que grave la economía especulativa de los más poderosos.
Acto seguido, a su juicio, se tiene que «poner fin al fraude fiscal». Recordó que un estudio reciente de la Universitat Pompeu Fabra, de Barcelona, estimó la existencia de al menos, 80.000 millones de euros de fraude fiscal en el conjunto del Estado español. «Si tenemos en cuenta esa cantidad y el pago de las diferentes pensiones, nos encontramos que supone el pago anual de 115.000 millones de las arcas públicas. Si erradicamos el fraude, tendríamos 80.000 millones. Se acabarían las razones para recortar las pensiones y otras ayudas sociales».
El tercer punto relevante que indica por dónde debe ir la salida es «dejar de subvencionar a la banca». Porque, a juicio de Oliveres, «el gran agujero del déficit se ha debido a las subvenciones a la banca. Con la banca hay que hacer lo que se ha hecho en Islandia: dejarla caer y procesar judicialmente a los banqueros que, en muchos casos, se lo merecen». Añadió, ante lo irreversible ya de esa situación, que «si se ha ayudado, los gobiernos deben quedarse con la banca. Fíjense -dijo- a la Caja Castilla La Mancha se le dieron 3.900 millones para salvarla, cantidad con la que se podría haber financiado el incremento de las pensiones durante tres años, y después se regaló a Caja de Asturias». Por lo que, a escasos metros de donde nació la banca ética Fiare en Bilbo, dijo que «debemos buscar soluciones en la banca ética, no en la especulativa».
Las consecuencias de ese gasto mal direccionado han llegado a la población, a los que menos tienen. Más paro y peores condiciones laborales. A su juicio, «el desempleo es el problema número uno y solo hay una salida, como hizo Francia hace doce años, al reducir la jornada laboral para trabajar todos. La solución al paro es el reparto del trabajo. En Francia, en dos meses -añadió-, esta medida erradicó el desempleo de 1,7 millones de personas». No obstante, Oliveres lamentó que «los grandes partidos se han olvidado de eso». Un ejemplo directo de esas mejoras «se encuentra en el modelo de cooperativas de Euskadi», remarcó.
Por último, incidió en que «saldremos de la crisis, pero no volveremos a recuperar el crecimiento de antes de la crisis, porque el planeta no da». Y llamó a seguir los pasos de Islandia, de Argentina y otros países.