Los mercados mostraron dudas considerables ante la inminente llegada de la recesión a la eurozona, tal como anunció ayer la Comisión Europea. Por tanto, una nueva preocupación que se añade a la crisis griega y a la propia salud de la moneda única. Además, el precio del petróleo sigue escalando posiciones por el aumento de la tensión entre los países occidentales e Irán. La decisión de Teherán de impedir el acceso a una base militar de los expertos de la AIEA, su amenaza de bloquear la salida del crudo por el Estrecho de Ormuz y el recorte del suministro a algunos estados complican todavía más el futuro de la economía europea. Sin embargo, al otro lado del Atlántico el panorama es otro, si tomamos como referencia los datos macroeconómicos e, incluso, la evolución más positiva de los índices de Nueva York, donde el Dow Jones trata de superar los 13.000 puntos en las últimas sesiones. El Ibex cedió un 1,49%, hasta los 8.527,70 puntos. Fráncfort bajó un 0,50%, mientras que París regresó al punto de partida y Londres subió un 0,36%. En el Ibex, el gran perjudicado fue Gamesa, que se hundió un 12,67%, hasta los 2,67 euros, su nuevo mínimo histórico. Las previsiones en las ventas de aerogeneradores para 2012 fueron funestas para su cotización. Sacyr (-9,09%), Abengoa (-5,32%) y ACS (-4,99%) también fueron arrollados. Todos los grandes, con Iberdrola (-2,81%) a la cabeza, bajaron más de un 1%. Solo Inditex y Enagás cerraron en positivo. En París, los dos peores fueron Vallourec (-6,38%) y Crédit Agricole (-4,01%), en tanto que Essilor (+2,67%) terminó al frente de los ganadores.