Kepa Peñagarikano se ha convertido de la noche a la mañana en uno de los grandes protagonistas del Campeonato de Parejas. Su gran actuación el pasado lunes en Tolosa como suplente de Aitor Zubieta ha sido el tema estrella de la semana en los corrillos pelotazales, y el zaguero de Azpeitia sueña con repetir virtudes el domingo en Eibar.

«Será un partido de vida o muerte para nuestros intereses. Si perdemos decimos prácticamente adiós al campeonato. Para Pablito y Albisu también es esencial ganar el domingo. Si pierden se complican demasiado la vida. De todos modos, los próximos dos o tres partidos determinarán quiénes serán los clasificados», declaraba el pelotari en la elección de material llevada a cabo en el Astelena.

Una vuelta a la primera línea de la actualidad deportiva que no se debe únicamente al partido del lunes en Tolosa, sino que viene desde que Aspe decidiera fichar al zaguero durante el pasado verano, después de que Asegarce le diera la baja por bajo rendimiento. Peñagarikano «redebutaba» el 17 de julio en Zarautz y agradeció la oportunidad ganando los seis primeros partidos que disputó con la promotora eibartarra.

Preguntado por las razones de su mejoría en los últimos meses, el guipuzcoano ponía énfasis en el trabajo realizado con los técnicos de la empresa, con mención especial para Jokin Etxaniz. «Estoy en buenas manos. Los entrenamientos con Jokin Etxaniz me han servido para corregir posturas y erradicar vicios adquiridos en mi juego que no me conducían a ningún sitio. Con Jokin llevamos entrenando muchos meses y ahora empiezan a verse los frutos», reconocía en una entrevista publicada en la página web de Aspe.

En esas mismas declaraciones, Peñagarikano se sinceraba para hablar sobre sus comienzos y la mala racha que atravesó después: «Debuté con 20 años, empecé muy fuerte. Comencé a jugar muy bien, las manos y las lesiones me respetaban y todo me salía a pedir de boca. En cambio, cuando llegaron las vacas flacas, mi juego empeoró, sufría de la manos... no supe reaccionar. Comencé en un círculo vicioso. Me sentía frustrado, porque sabía que podía jugar más de lo que estaba haciendo... dar pelotazos mayores que los que me salían de la mano».

Es por ello que todo lo vivido en el partido del Beotibar ha supuesto una redención personal. «La sensación que experimenté en Tolosa no la había tenido hace mucho. La experiencia de dar un pelotazo y que oigas cómo la gente, que abarrotó el Beotibar, aplaude... eso es una experiencia única. Eso te da confianza», se congratulaba «Peña».

Una experiencia fabulosa que sabe todavía mejor compartiéndola con un amigo como Aritz Lasa. «Llevo ocho meses en Aspe y entrenamos juntos en Tolosa. Nos llevamos muy bien y eso se ha trasladado a la cancha», dice de un delantero con el que ya formó alguna combinación mixta durante sus últimas semanas como pelotari de Asegarce y al que ve más suelto en los últimos partidos: «Aritz se ha sacudido la presión de encima. Su primer campeonato en Primera y junto a Zubieta... se presionó demasiado».

La ausencia del delantero de Urretxu fue, precisamente, la otra noticia que dejó la elección de Eibar. Al parecer, Aritz Lasa recibió el miércoles un pelotazo en el ojo cuando hacía manos con pelota goxua y aunque no tendrá problemas para jugar el domingo el médico le ha aconsejado un par de días de reposo. Hay que recordar que Lasa estuvo de baja más de tres semanas el pasado mes de setiembre tras sufrir un fuerte pelotazo en el pómulo, muy cerca del ojo, en el frontón de Bermeo.