Morfeo Teatro adapta el clásico «El sombrero de tres picos» con un estilo muy carnavalesco
M. I. | DONOSTIA
La compañía burgalesa Morfeo Teatro presenta en Donostia la puesta en escena que ha hecho sobre la inmortal novela de 1874 «El sombrero de tres picos», la única que llevó a la fama al escritor Pedro Antonio de Alarcón, una fama mundial, gracias a la adaptación que realizaron los Ballets Rusos de Diaghilev, con partitura musical de Manuel de Falla y escenografía y figurines de Pablo Picasso.
La versión teatral que se podrá ver hoy y mañana en el Victoria Eugenia (a las 20.00) es un vodevil muy carnavesco, pero fiel a la novela, ya que respeta tanto el romance castellano como el espíritu propio del autor, con las expresiones y la forma de hablar de los personajes. El vesturio y los decorados también son de puro corte clásico.
«El sombrero de tres picos» es una historia de cuernos basada en el conocido romance entre la molinera -Mayte Bona- y el corregidor -Francisco Negro-. Las acciones ocurren a principios del siglo XIX en una venta cercana a la ciudad de Sevilla. El tío Lucas es un molinero cuarentón, «más feo que picio», casado con la bellísima Frasquita. El libidinoso corregidor Don Eugenio de Zúñiga ansía los favores de la molinera, aunque ella se niega a concederle. Para lograr su objetivo, el corregidor -que abusa de su poder- idea una estratagema para alejar al tío Lucas y a partir de ahí comienzan a torcerse las cosas. Según anticiparon los actores protagonistas -Bona es la Molinera, además de la diseñadora del vestuario, y Negro el Corregidor y también el director de la obra-, el público se va a reír muchísimo. «Los malos no solo son malos, sino tontos y el público siempre podrá adelantarse un poco a los personajes para saber qué va a suceder».