XALA-LASKURAIN 22

ARRETXE II-BEGINO 15

Xala y Laskurain sumaron su sexta victoria del Campeonato de Parejas tras doblegar por 22-15 a Arretxe II y Begino, que siguen sin conocer el triunfo. Los de Aspe, que ya llevan cuatro victorias consecutivas confirmándose como una de las parejas más en forma del momento, dan un paso de gigante para clasificarse a la liguilla de semifinales. Los de Asegarce, por su parte, continúan con su particular via crucis en el torneo.

Iker Arretxe y Aritz Begino saltaron a la cancha con la firme intención de poner las cosas difíciles a sus rivales, conscientes de que un triunfo podía ser muy importante para los compañeros de empresa que se encuentran peleando en la clasificación. Begino comenzó muy entonado y tres grandes pelotazos suyos permitían a los azules plantar cara a un Xala que también arrancó muy enchufado.

No obstante, gracias al acierto del delantero de Lekuine, del 4-3 inicial se pasaba a un 8-3 que hacía presagiar un resultado muy abultado y obligaba la decena de corredores que acudieron a un Beotibar desangelado a coger asiento en las butacas.

Arretxe y Begino se resistieron a hincar la rodilla y, aunque nunca se les vieron opciones reales de dar la campanada, lo cierto es que pudieron apretar el marcador en un par de ocasiones. Un pelota que Laskurain estrelló en la espalda de su compañero -sin mayores contratiempos- les acercó primero al 10-8. Más tarde, un buen tanto de Arretxe en el txoko, de los poquitos que pudo hacer, les colocaba 18-15 en el luminoso.

Pero tal y como sucedió en cada ocasión en que la pareja azul amagó con poner en peligro el dominio de los colorados, Xala dejó clara su superioridad en los cuadros alegres -confesó no haber comido por unos dolores de tripa-, mientras que Laskurain buscó las cosquillas a un Begino que sufrió mucho con la zurda.

Esa ventaja hizo que hasta el 18-13 para azules, una gran volea de Xala que el juez dio falta por entender sorprendentemente que tocó la chapa, pasara desapercibido. El propio Xala fue el más sorprendido con la decisión, pero el lapurtarra optó por no quejarse y seguir a lo suyo. Hay que elogiar la actitud, aunque seguramente la alarmante falta de tensión que se palpaba en la cancha ayudó a ello.