Agentes políticos y sociales de Bilbo llaman a «apagar la represión»
Representantes de diferentes agentes sociales, sindicales y políticos de Bilbo han constatado el «acoso y persecución policial» al que son sometidos varios vecinos de la villa y abogan por «apagar la represión». El acoso incluye «seguimientos, amenazas, agresiones y secuestros».
Mikel PASTOR | BILBO
Un nutrido grupo de representantes de diversos colectivos sindicales, políticos y sociales de la capital vizcaina comparecieron ayer ante la prensa para denunciar el «acoso y persecución policial» al que están siendo sometidos en los últimos tiempos algunos vecinos de la ciudad. El acto había sido convocado con el lema «Jazarpen polizialik ez! Errepresioa off! Konponbidea on!
Los portavoces de esta iniciativa dieron cuenta de que han constatado diferentes casos de «amenazas telefónicas, seguimientos atosigantes, ofertas de colaboración policial, agresiones y golpes» que, según indicaron, estarían siendo efectuados por los «cuerpos represivos».
Consideran que este tipo de situaciones «no pueden quedar en el ámbito personal» de quienes las sufren directamente, sino que «tienen que ver la luz» y convertirse en «un problema colectivo».
Y aunque su exposición partía de la recogida previa de testimonios de esos abusos policiales, también dijeron ser conscientes de que «existen más casos» que no se han denunciado, precisamente, «porque las amenazas dejan su huella».
En su opinión, «los testimonios recabados reflejan una clara vulneración de los derechos humanos», por lo que manifestaron que la violencia policial «ha existido y sigue existiendo», lo que calificaron de «inadmisible».
«Impunidad absoluta»
Anunciaron que, a partir de ahora, su labor consistirá en «hacerse con todos los datos posibles», reunirse con personas que han sufrido ese acoso e «invitarles a participar en nuestra dinámica de trabajo». Estas organizaciones remarcaron que «denunciar este tipo de situaciones es necesario, sin esperar a que se den nuevas episodios represivos». Subrayaron la «impunidad» con la que actúan los agentes policiales, concluyendo que «esos niveles de cobertura por parte de las estructuras policiales nos hace pensar que sus responsables políticos están al tanto de lo que hacen y de para qué lo hacen».
En próximas fechas quieren reunirse con el Ararteko y con otros agentes para que «participen y colaboren en la superación de estos lamentables hechos».
Iker Uruburu, presente en la rueda de prensa, relató de primera mano su experiencia, aunque matizó que lo hacía «en nombre de todas las personas que hemos sufrido acoso policial en los últimos tiempos»
El primer episodio ocurrió el 6 de febrero, cuando «dos policías, vestidos de paisano y sin identificar, me sujetaron por los brazos y me empujaron violentamente contra una pared, mientras amenazaban con detenerme».
Más grave fue lo que le sucedió el pasado jueves, 23 de febrero. Este el relato, breve pero significativo, que hizo ante los medios: «Pasadas las cuatro de la mañana, me asaltaron dos coches. Fui introducido en uno de ellos por personas que no se identificaron en ningún momento y que no me dieron ninguna explicación. Empecé a gritar que me soltarán y a golpear el vehículo, hasta que el copiloto amenazó con pegarme dos tiros. Me llevaron al Paseo de los Caños. Y entre gritos y tremendas amenazas de ser detenido si no colaboraba, me pusieron de rodillas mientras me tiraban de los pelos y me ponían la cara contra el suelo sucesivamente. Después se marcharon todos, dejándome allí tirado». M.P.
Los portavoces de la iniciativa han convocado una concentración el 10 de marzo frente a la subdelegación del Gobierno español en Bilbo, donde harán entrega de un escrito.
