Las desinversiones de Kutxabank abren la puerta al capital extranjero
El consejo de administración de Kutxabank está revisando toda su cartera de empresas participadas -son 266 sociedades- al objeto de reducir su presencia en ellas, lo que abriría las puertas al capital extranjero. En principio, las dos excepciones que el banco local ha puesto serían Iberdrola y Petronor. En la multinacional eléctrica de origen vasco ha perdido bastante peso en los últimos años. Ha pasado a colocarse de primer a tercer accionista de referencia.
GARA | DONOSTIA
Solo había pasado un mes desde que Bildu exigió al consejo de administración de Kutxabank que no tomara decisiones estratégicas hasta que la dirección de la entidad representara fielmente la realidad social de la CAV, su presidente, Mario Fernández, anunció que están revisando su cartera de empresas participadas y estudiando la posibilidad de desprenderse total o parcialmente de alguna de ellas.
Esta decisión supondrá la apertura al capital extranjero de las empresas en las que cuenta con una parte de su accionariado, con lo que algunas de ellas dejarían de ser vascas. La dos únicas excepciones en las que no se plantean la venta de las acciones son las de Iberdrola, que en este momento cuenta con el 5,4% de las acciones, aunque llegó a tener en este década el 8,4%, y de Petronor, donde a posee el 14% del capital.
Estas dos empresas tienen «carácter estratégico» para el nuevo consejo de administración, que las considera de máximo rango «en el tejido económico vasco». En la multi- nacional eléctrica de origen vasco, Kutxabank será el tercer accionista de referencia, cuando no hace mucho ocupó la primera posición. ACS y sus filiales le adelantaron hace tres años, y ya controlan en este momento el 17%. Le sigue Catar Holding con el 8,44% del capital social.
Todo lo contrario ocurre con Euskaltel. El consejo de la nueva entidad va a vender buena parte de sus acciones en la compañía telefónica, de la que tras la fusión, Kutxabank tiene el 69% de las acciones. El propio Fernández reconoció que en el «paquete» de participadas a revisar está Euskaltel y aclaró que la participación de Kutxabank «desde el punto de vista técnico-regulatorio, parece razonable revisarla», para añadir después que «en ello estamos».
Esta decisión se adoptó hace tiempo porque, ya en diciembre, cuando se anunció el ascenso a la presidencia de la empresa de Alberto García Erauzkin como relevo de José Antonio Ardanza. El hasta ese momento director general hizo referencia a la posible salida de Kutxabank, aunque matizó que el banco «no tiene prisa» por desinvertir.
García Erauzkin añadió que «hay fondos de inversión de raíz industrial interesados en entrar en el accionariado. Hay inversores con mucho dinero en el mercado, pero hay pocos proyectos que generen confianza y Euskaltel es uno de ellos».
«Razones estratégicas»
Mario Fernández, tras hacer referencia a la regulación internacional que cambiará a partir de 2013 con el acuerdo de Basilea y que obliga a los bancos a aumentar sus reservas de capital, reconoció que existen otras razones de «carácter estratégico» para desinvertir. Manifestó que la función de Kutxabank como «acompañante en el capital de empresas vascas es de promover y consolidar iniciativas, pero -matizó- no es una vocación de permanencia».
«En la cartera de participaciones, un principio elemental es un principio de rotación, entre otras cosas, para que lo mismo que hicimos en su día con una empresa a la que ayudamos a nacer, la consolidamos y le dimos, en cierto modo, la solvencia que se derivaba de nuestra presencia, lo podamos hacer con otras, una vez de que aquella es capaz de andar por sí sola», añadió. Como él mismo reconoció, los planes del nuevo consejo de Kutxabank van por otros derroteros, por la gestión como un banco tradicional y no como una caja.
En este sentido, preguntado por la posibilidad asumir nuevos proyectos como Cajasur, Fernández respondió «estaremos atentos porque es nuestra obligación estudiar cosas, pero no debería ser la prioridad buscar adquisiciones para crecer. Dicho lo cual, la vida es muy complicada y, si se abre el juego, consideraremos la posibilidad».
Kutxabank tienen el 69% de la acciones de la compañía telefónica y ya está realizando gestiones para vender un parte importante de ellas. El presidente, Alberto García Erauzkin, es consciente de ello.
Iberdrola (donde controla el 5,4%) y Petronor (con el 14%) son las excepciones en el plan de desinversión porque desde Kutxabank las consideran empresas estratégicas en el tejido industrial de la CAV.
Una de las razones que esgrimió Mario Fernández para justificar el plan de desinversión de Kutxabank es la aplicación de la nueva regulación internacional, conocida como Basilea III, que, en su opinión, «penaliza, de manera muy importante» la cartera de participaciones. Entrará en vigor dentro de un año. Esta situación también se da, según apuntó el presidente del banco, a la hora de las calificaciones por parte de las agencias de rating que «entienden que este tipo de cartera de participaciones dota de demasiada versatilidad a la cuenta de resultados como consecuencia de la evolución de mercado».
Mario Fernández añadió que esta regulación que se empezará a aplicar a partir del próximo ejercicio y durante un proceso de cuatro años «exige que revisemos ese tema», en relación a la participación en empresas. GARA