XALA-LASKURAIN 12

BERASALUZE 22

BENGOETXEA-APRAIZ 22

Independientemente de lo que suceda esta tarde en Logroño con Titín III-Merino II y Olaizola II-Beroiz, difícilmente hubiera imaginado ningún gestor de Asegarce una jornada más favorable a sus intereses que esta decimoprimera, en la que todo salió a pedir de boca para los representantes de la promotora de Bilbo. Al margen de conseguir los tres puntos puestos en juego, la forma en la que se produjeron les da además un verdadero arreón moral de cara a las tres últimas jornadas.

Y es que, las aparentemente opciones más solventes de Aspe han quedado muy tocadas tras la inesperada derrota de Martínez de Irujo-Barriola el viernes y la desaparición de Xala ayer en Zornotza. El de Ibero y el de Leitza no suman todo lo que sus nombres hacían prever y deberán comenzar a hacerlo ya, si quieren salvar los tres match-balls que les quedan por delante. De lo malo, el próximo partido es ante unos Aritz Lasa-Zubieta sin nada en juego, ya que en esto también Asegarce sale ganando, teniendo que enfrentar a sus dos parejas más necesitadas con las otras dos que no tienen nada en juego.

El campeón ausente

Pero tan preocupante, o más, que la situación de los grandes favoritos es la forma en la que Xala desanduvo los pequeños pasos que venía dando junto a Aritz Laskurain. El de Lekuine, que nunca se sintió cómodo en la cancha y se retiró hasta en tres ocasiones a vestuarios, estuvo presente de cuerpo pero no de alma ayer en Zornotza y Pablo Berasaluze, que se dio un atracón rematador, y un Jon Ander Albisu muy sobrio bien que lo aprovecharon.

Aritz Laskurain trató de aguantar estoicamente, pero el vizcaino y el guipuzcoano formaron ayer mucha pareja. Jon Ander Albisu se sintió mucho más cómodo que en las dos semanas precedentes en Eibar, cometió muchos menos errores, apenas tres en todo el partido, y ese cuadro más que su rival que pegaba en cada pelotazo y esa velocidad con la que la pelota salió de su mano hicieron mella en Laskurain. Y bien que se aprovechó de ello un Pablo Berasaluze con «duende».

Pese a sumar algún que otro fallo más de la cuenta, el de Berriz tuvo uno de sus días más inspirados en el remate y aprovechó la desidia de Xala, para crujirle, especialmente en el txoko. Pese a que el campeón manomanista se empeñaba en parecer un pelotari vulgar, los de Aspe tuvieron su momento, en el que se acercaron 15-11 a base de alargar los tantos y pelotear, pero Pablo Berasaluze sacó la puntilla, arriesgó en los remates y le puso rúbrica a uno de sus mejores partidos.

También fue el de ayer uno de los mejores encuentros de la otra pareja en liza de Asegarce, la compuesta por Oinatz Bengoetxea y Alexis Apraiz que, en esa trayectoria de dientes de sierra que vienen dibujando, ayer estuvieron en la cúspide.

Alexis Apraiz encontró por fin la continuidad que llevaba tiempo buscando, dominó por completo a un Iñigo Pascual que regresaba al Parejas y Oinatz Bengoetxea no tuvo piedad de un Aritz Lasa que se vio superado en todo momento.

El partido tuvo un inicio igualado, los de Aspe se adelantaron incluso 4-5, pero un demoledor parcial de 16-1 por parte de los colorados hizo que el de ayer en el Labrit fuera un partido sin mucha más historia que los 14 tantos en juego que sumó Oinatz Bengoetxea.