Mutualia no preserva la salud de las embarazadas, según dice LAB
Delegadas sindicales de LAB se concentraron ayer ante la sede de Mutualia en Bilbo para protestar por «la mala gestión de esta mutua respecto a los riesgos laborales que puedan influir negativamente en la salud de las trabajadoras embarazadas o lactantes». La denuncia la hicieron de forma directa las trabajadoras del Consorcio Haurreskolak.
Juanjo BASTERRA | BILBO
LAB denunció ante la sede de Mutualia en Bilbo el proceder, cada vez «más extendido» entre las mutuas, desde que comenzó la crisis, de aplazar los protocolos de defensa de la salud entre las trabajadoras embarazadas. La central sindical entiende que se hace de esta manera «para defender sólo sus intereses económicos».
En este caso, trabajadoras del Consorcio Haurreskolak pusieron de relieve que la mutua, en cuya dirección se encuentra Miguel Angel Lujua, presidente de Confebask, retrasan la tramitación de las bajas de embarazadas o lactantes.
Leire Garro, responsable de LAB en el Consorcio Haurreskolak, denunció que «la no tramitación de bajas se ha convertido en algo sistemático, aunque la negativa suponga poner en riesgo la salud de las trabajadoras. A partir de la semana 24 de gestación pueden tramitar las bajas laborales, pero se aplazan sin tener motivo alguno para ello». Garro explicó que «es una decisión unilateral que están aplicando las mutuas». Afirmó que LAB «va a seguir defendiendo la salud de las trabajadoras» y emplazó «a Mutualia y el resto de mutuas a tratar ese tema con urgencia para evitar problemas a las trabajadoras».
Por su parte, Zaloa Ibeas, del área de la Mujer de LAB, denunció que los incumplimientos de las mutuas en la gestión de la salud, en el caso del Consorcio de Haurreskolak y otros centros de trabajo, «suponen un grave ataque a la salud de las trabajadoras».
La responsable sindical manifestó que los datos y las estadísticas oficiales no están diseñadas con una perspectiva de género, y que «a la hora de realizar evaluaciones de riesgo y de aplicar medidas preventivas no se tiene en cuenta la variante de género en dichos estudios».
Ibeas sostuvo que las empresas «no están aplicando ni poniendo las medidas preventivas para tener un control del riesgo a la salud de las trabajadoras embarazadas y de lactancia, y por lo tanto no están haciendo ninguna evaluación de cada puesto de trabajo para asegurar el derecho al empleo de esas mujeres estando en riesgo».
A esto se suma que, una vez que las trabajadoras acuden a las mutuas para pedir las prestaciones por las bajas a que tienen derecho, «automáticamente se deniegan o aplazan».
LAB aseguró que esta práctica se está extendiendo a sectores feminizados y es un ejemplo «de que se realiza desde una visión económica».
Zaloa Ibeas, responsable del área de la Mujer, afirmó ante la sede de Mutualia que esta práctica de aplazar el control del riesgo se está extendiendo a otros sectores feminizados y «es un ejemplo de que se realiza desde una visión solo económica».