Roberto Jiménez, consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior del Gobierno de Nafarroa, ofreció ayer una rueda de prensa en la que expuso la memoria que recoge las actividades realizadas por la Policía Foral en 2011.

Sobre el futuro, el consejero del PSN reiteró su deseo de completar la plantilla de 1.200 agentes en todo el territorio, un número elevado que Jiménez cree «necesario» para un «despliegue total». En su opinión, ese aumento y expansión del cuerpo policial no ha sido tal, «por lo que ralentiza la crisis», pero reiteró la voluntad de aumentar el número de efectivos «al servicio de la población».

Con todo ello, el consejero foral opina que la Policía Foral «es hoy una Policía consolidada, con un mando superior del propio cuerpo». En la actualidad está integrada por 1.092 agentes, de los que el 45% están dedicados a «seguridad ciudadana», el 19% a tareas de tráfico y seguridad vial, y el 11%, a «seguridad interior».

Acompañado por la directora general de Justicia e Interior, Inmaculada Jurio, y por el jefe de la Policía Foral, Gerardo Goñi, Jiménez dijo además compartir «plenamente» la «preocupación» de las familias navarras con hijos ante «la extensión del consumo de droga» entre los jóvenes, por lo que prometió trabajar «con mayor intensidad» en ese área, aunque sin especificar en ningún momento cómo lo haría.

Centrándose de lleno en los datos del informe, Jiménez informó de que el número de incautaciones de drogas había ascendido un 58% el último año. Esos mismos datos revelan un importante cambio de patrón en el consumo de drogas entre los jóvenes, con un incremento importante de la marihuana (se han incautado unos 11 kilos) y el hachís (incautados 39 kg).

Descendieron notablemente las aprehensiones de otras drogas como la cocaína -de 8 kg en 2010 a 3 en 2011-, las anfetaminas o el speed.

Accidentes de tráfico

El consejero Jiménez agradeció la labor de los agentes y de sus mandos durante este año, en el que valoró positivamente la reducción en un 50% de las muertes en accidentes de tráfico en las carreteras de Nafarroa, aunque matizó que «una sola muerte ya es dramática» y que, por tanto, «este no puede ser un buen dato».