El más difícil todavía. Como en el circo, Mendilibar va a tener que realizar su número sacándose algún conejo de la chistera para solventar los grandes problemas que tiene en su vanguardia, cada vez más mermada como consecuencia de las lesio- nes. La última, la de Kike Sola, que se pierde lo que resta de temporada, con lo que el ariete del Promesas, Manuel Omwu, tiene muchas posibilidades de entrar en la lista para el derbi.

El delantero ribero será intervenido hoy en la clínica madrileña Cemtro por el doctor Pedro Guillén de una tendinopatía rotuliana en su rodilla derecha, con la que venía conviviendo desde hacía bastante tiempo, pero que se ha visto acentuada en los últimos meses.

Pese a que el jugador había respondido al tratamiento basado en fisioterapia y rehabilitación, una recaída en su evolución mediada la semana pasada obligó a tomar una decisión consensuada entre el futbolista y los servicios médicos del club, tal y como apuntó el jefe de estos últimos, Patxi Cipriáin, en el sentido de operar, como «solución definitiva» para acabar con los problemas del de Cascante.

La consecuencia de ello es que, aunque no se establece un periodo de baja concreto, ya no podrá jugar en lo que queda de campaña, si bien estará disponible para la pretemporada del año que viene. La ausencia de Sola, del que se esperaba pudiese recuperarse en breve, se suma a las de Ibrahima y Lekic -el balcánico, salvo recuperación anticipada, también está K.O. para lo que falta de competición liguera-, con lo que la situación en ataque se le complica todavía más a Mendilibar.

Al atacante serbio, que ya está realizando trabajo en el gimnasio, se le retirarán hoy los puntos de la operación a la que se vio sometido hace algo más de una semana para subsanar su fractura del cúbito derecho y se espera que la próxima semana ya comience a ejercitarse con sus compañeros, si bien tomando las medidas oportunas de protección, sin poder disputar partidillos.

Vías alternativas con Lekic

El mayor problema de Lekic es la «integración biológica de la placa y tornillo» que se le colocaron, comentó Cipriáin, quien recordó que ese proceso viene a durar unas diez semanas, si bien no descartó que se puedan intentar algunas vías alternativas para acelerar su recuperación, asumiendo riesgos, caso de que el equipo requiera de los servicios del delantero, «ya que no puede jugar ningún partido oficial con protecciones duras».

El propio futbolista reconoció que lo pasó muy mal en el momento de la lesión -la rodilla de un rival chocó con su brazo y mano en un lance del partido frente al Granada- «porque estaba en mi mejor momento con Osasuna y porque al día siguiente me marchaba con la selección», pero, pasados unos días, «lo que he hecho es olvidar y ya tengo la cabeza limpia».

Siguiendo con los contratiempos en la vanguardia rojilla, Ibrahima comenzó ayer a correr por los campos de Tajonar y se le irá incrementando su ritmo de recuperación en los próximos días, si bien Cipriáin confirmó que las previsiones iniciales de dos semanas de baja fueron demasiado optimistas y que costará más su regreso al equipo. «Su anterior lesión muscular -en el semitendinoso- tenía mejor pronóstico, pero ahora es en el bíceps femoral y más cercano al glúteo, con lo que será más prolongado».

Desgraciadamente, el partido contra el Mallorca ha dejado más damnificados. Lolo padece una microrrotura en el adductor mayor de su muslo derecho -estará entre 10 y 15 días de baja-, tal y como determinó la resonancia magnética a la que fue sometido en la tarde de ayer. El sevillano no pudo acabar el entrenamiento matinal por las molestias que sufría y su ausencia será suplida en la convocatoria seguramente por Raoul Loe.

Tampoco David Timor pudo ejercitarse con el resto de compañeros -ni siquiera salió al campo-, dado que tiene problemas en la pared abdominal, una dolencia similar a lo que sucede con una pubalgia, aunque con un nivel de dolor más elevado. El valenciano es seria duda para el partido del domingo.