Los mercados se movieron ayer con pies de plomo a la espera del desenlace del canje de bonos de deuda griega. En principio, los analistas no piensan en un impago desordenado, dado que se llevan meses negociando las condiciones y algunos bancos importantes anunciaban ayer la aceptación de la quita en los términos planteados por Atenas. No obstante, dejaban también margen para la sorpresa puesto que todavía no se alcanzaría el 75% mínimo para salvar la operación. De otro lado, el foco se ha colocado sobre Irán y las posibles repercusiones de las nuevas medidas de presión de EEUU para que abandone el programa nuclear. Un endurecimiento de la postura occidental podría aparejar una aceleración en la subida del precio del petróleo, lo que pondría en serio riesgo la recuperación económica. Estas incertidumbres pesaron como una losa sobre las intenciones de los inversores. El Ibex, el más negativo, se dejó un leve 0,06%, hasta los 8.161,80 puntos. Por contra, los índices principales de París (+0,89%), Fráncfort (+0,57%) y Londres (+0,44%) mostraron mayor confianza. En el Ibex, todos los grandes, excepto Santander (+0,81%), se fueron abajo y truncaron un cierre positivo. El más perjudicado fue Iberdrola (-0,80%). En el conjunto del Ibex, los peores fueron Gas Natural y Acerinox, con cesiones superiores al 2%. En el otro lado de la lista se colocaron Gamesa (+4,82%) y OHL (+3,66%). En París, Société Générale (+3,39%) y Crédit Agricole (+3,04%) fueron los mejores del día, mientras que Peugeot (-3,65%) sufría la caída más abultada.