Las tribus árabes suníes del centro y norte de Irak han amenazado con imponer el código de justicia tribal a los que ayuden a la insurgencia iraquí, lo que incluye indemnizaciones por los atentados y hasta el exilio.

150 jefes tribales se reunieron la semana pasada en Hawija, 230 kilómetros al nordeste de Bagdad. Reuniones similares han tenido lugar en Samarra y en Ishaqi y la iniciativa ha recibido el apoyo de las potentes tribus de los Jubur, Obeid y Albu Hamdane, entre otras.

«Las tribus no tolerarán a los que esconden apoyan o permiten a los grupos armados entrar en nuestras tierras y aldeas», advirtió el jeque Hussein Ali Saleh al-Juburi. «Los que lo hagan serán tratados como terroristas y serán expulsados de nuestra tierra y entregados a las autoridades», insistió.

Un documento consensuado en estas reuniones prevé que las familias de los insurgentes condenados tendrán que entregar 100 millones de dinares iraquíes (84.000 dólares) a las familias de cada una de sus víctimas. En caso de hallar explosivos en sus casas, serán expulsados por cinco años de la provincia,

«No podemos aceptar apoyo alguno al terrorismo o a la violencia sean cuales sean sus justificaciones, sobre todo a partir de la retirada de los americanos», aseguró el jeque tribal.

Este anuncio supone un nuevo paso en el enfrentamiento entre sectores tribales y los insurgentes del Estado Islámico de Irak, que engloba a organizaciones yihadistas salafistas identificadas con Al Qaeda.

Si tras la invasión y la ocupación de Irak la población suní apoyó sin ambages a la resistencia, la deriva de esta última a una lógica sectaria y rigorista en su interpretación del islam generó las primeras grietas en 2006. Fue entonces cuando las tribus crearon las milicias al-Sahwa (El Despertar), que fueron armadas y financiadas directamente por el Pentágono para defenderse ante Al Qaeda.

La amenaza de aplicar la justicia tribal a los insurgentes supone un paso más en el intento de dejar sin apoyos a los grupos armados yihadistas e implica poner punto final a un periodo de varios años de relativa inacción del poder tribal.

16 muertos en atentados

Mientras tanto, continúan los atentados diarios. El objetivo principal ayer fue la ciudad de Tal Afar, situada a 380 kilómetrtos al noroeste de Bagdad y que está habitada mayoritariamente por turcomanos chiíes.

13 personas murieron por la explosión primero de un coche bomba y luego de un kamikaze ante un restaurante. Tres personas murieron al explotar bombas abandonadas en un autobús y en un taxi en Bagdad.