Un ataque israelí contra instalaciones nucleares en Irán no tendría más consecuencia que retardar algunos años el desarro- llo de su programa nuclear, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS). Su director, John Chipman, que presentó ayer su informe anual sobre el equilibrio de fuerzas armadas en el mundo, estimó que un ataque incluso podría tener el efecto de reforzar la determinación de Teherán de llevar a fin su programa.

«La opinión de la mayoría de los expertos militares es que cualquier ataque no haría más que retardar la adquisición del arma nuclear y además podría incitar al régimen, una vez que se recuperara, a avanzar aún más rápidamente con este objetivo», afirmó. Sostuvo que «solo EEUU puede dirigir una campaña militar» eficaz y que Israel solo tiene la capacidad de llevar a cabo ataques». «A mi juicio, únicamente una campaña militar tendría la capacidad de retrasar de forma significativa la adquisición del arma nuclear», añadió.

Israel insistió en amenazar a Irán con una intervención militar para frenar el desarrollo de su tecnología nuclear, asegurando que tiene fines militares. Las potencias occidentales coinciden con ello, pero Washington quiere frenar las iniciativas bélicas de Tel Aviv, ante las imprevisibles consecuencias. Teherán insiste en que su programa tiene fines exclusivamente civiles y defiende su derecho a desarrollarlo.

Para Chipman, «es poco probable que este año se produzca un ataque» por las garantías dadas por Barack Obama al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Obama no excluyó el uso de la fuerza como última opción, pero priorizó la vía diplomática y las sanciones. «Washington ha pedido a Israel paciencia, porque Irán no está en condiciones de producir armas nucleares, porque los ataques aéreos no retrasarían el programa nuclear y porque las sanciones están teniendo un efecto real sobre Irán», afirmó.