PARÍS-NIZA Hoy se disputa la etapa reina
Meersman se doctora
El flamenco fue el más rápido en una etapa nerviosa que sirvió de aperitivo para la llegada a Mende.
Asier AIESTARAN
Gianni Meersman se adjudicó la cuarta etapa de la París-Niza confirmándose como una de las revelaciones de este principio de temporada. El corredor flamenco de 26 años, que ha dado el salto al Lotto este año tras cuatro campañas en la Française des Jeux, ya ganó una etapa en la pasada Vuelta al Algarve y ayer confirmó sus buenas prestaciones siendo el más rápido en un reducido sprint que puso final a una jornada complicada.
En una etapa con cinco altos de poca categoría, Maté (Cofidis), De Clercq (lotto), Howard (GreenEdge), Fedrigo (FDJ) y Peraud (Ag2r) formaron una fuga que fue anulada poco antes del último puerto puntuable, el Aubert le Crès (3ª). Thomas De Gendt, primero, y Andreas Kloden, después, intentaron evitar la llegada masiva, y Gorka Izagirre también se animó a atacar en las últimas rampas. No obstante, las escaramuzas no tuvieron éxito y Meersman se impuso al sprint por delante de Grega Bole y Lieuwe Westra.
Fue una jornada marcada por los abandonos, ya que hubo hasta cinco bajas antes de tomar la salida. Jan Bakelants y Joost Posthuma, del RadioShack, dejaban la carrera tras pasar mala noche afectados al parecer por el mismo virus que su compañero Andy Schleck, que se retiró un día antes con los mismos síntomas. Taylor Phinney (BMC), así como Adam Hansen y Oliver Kaisen (Lotto) tampoco tomaron la salida, mientras que durante la etapa se bajaron Aidis Kruopis (GreenEdge), Vladimir Isaichev (Katusha) y Nick Nuyens (Saxo Bank). Este último, con una fractura en la cadera, se pierde el Tour de Flandes, su objetivo de la temporada.
Todo ello como aperitivo de la etapa reina que se disputa hoy, con 178 kilómetros entre Onet le Chateau y el durísimo puerto de Mende (1ª). Esos tres kilómetros de subida al 10% serán la guinda a un recorrido con seis puertos puntuables, dos de ellos de primera categoría, ya que a falta de 30 kilómetros se subirá el Cote de l`Estrade, con sies kilómteros al 8%. Los favoritos que no quieran esperar a la cronoescalada del domingo, tienen hoy la oportunidad de poner en aprietos al líder Bradley Wiggins, que ayer se mostró fuerte controlando la carrera.
Gianni Meersman declaró tras ganar la etapa que «lo que cuenta es ganar. Ayer me decían que hacer tercero está muy bien, pero lo que cuenta es levantar los brazos. No hacemos sacrificios para ser segundos o terceros». El corredor del Lotto añadía que «este invierno me he entrenado mucho para el sprint. Debo agradecer al equipo, que trabajó mucho para mí». También se acordó de sus años difíciles: «Fui operado en 2009 de la espalda, en 2008 de la rodilla derecha, en 2007 de mi pierna izquierda... Ahora, todo está olvidado. He tenido un invierno sin problemas, he pasado más tiempo entrenando fuera que en mi casa, pero esto lo paga todo, con dos triunfos esta temporada». Lejos de conformarse, Meersman dejó claro que «todavía puedo mejorar en las llegadas explosivas, en ascenso, no tanto en puertos largos. Al fin y al cabo lo que quiero es ganar carreras». Preguntado por las clásicas de las Árdenas, muy cerca de su casa, el corredor de 26 años apuntó que «la Amstel Gold Race me gusta, quiero hacer un buen resultado allá».
El líder Bradley Wiggins, por su parte, reconocía que «el objetivo era dejar ir una escapada hasta la llegada, pero Rabobank trabajó porque la ventaja era de tres minutos. Fue perfecto para nosotros, porque fuimos a rueda y pudimos guardar fuerzas para los próximos días». Sobre la etapa de hoy, con final en Mende, avanzó que «no hay táctica, cada uno llegará hasta donde pueda. Me acuerdo de esta subida porque se escaló en el Tour de 2010. Perdí unos treinta segundos. Tendré un ojo sobre Leipheimer y Tejay pero el favorito es Valverde». A.A.
