Crónica | Primeras ventas
Un manjar que, a pesar del precio, nunca falta en la cesta
Las primeras anchoas del Cantábrico llegaron ayer desde la costa de Lugo a las pescaderías vascas, antes de lo previsto, aunque no por ello fueron menos apreciadas. Los consumidores coincidían al destacar su elevado precio, sin embargo, pocos resistían la tentación de llevarse un puñado a casa.
Iraia OIARZABAL
El mostrador de la pescadería del supermercado BM de Bidebieta (Donostia) atrajo ayer el interés de muchos consumidores, ya que junto a la variedad de pescados habituales se encontraba un producto muy apreciado en Euskal Herria: la anchoa del Cantábrico. En total, 12 kilos de un total de dos toneladas adquiridas por el Grupo Uvesco a pescadores gallegos fueron a parar a este establecimiento y se puede decir que el comienzo fue bueno. A mediodía ya se habían vendido 8,5 kilos y para hoy se espera una nueva remesa.
«Esta carísima», esta era la opinión generalizada entre los compradores. El kilo de anchoa, formado por unas 44 unidades, se vendía ayer a 12,65 euros, un precio que según indicaron en la pescadería «es más bajo de lo que esperaban». Ante esta afirmación, los compradores mostraban su asombro «¿Más caro aún?» -cuestionaban- no obstante, la mayoría afirmaba que esta joya del Cantábrico era bien recibida de todos modos.
Desde detrás del mostrador de la pescadería, apuntaban que la impresión de que la anchoa tiene un coste muy elevado se repite año tras año, aún así, las ventas se mantienen, ya que se trata de una especie muy valorada, más, si cabe, tras la veda que sufrió su pesca entre los años 2005 y 2009.
El rastro del verdel
Aunque las primeras anchoas ya han llegado a tierra, la campaña del verdel sigue abierta para las flotas de anzuelo y arrastre. Las ventas de esta especie han sido abundantes y lo mismo esperan que ocurra con la anchoa. De momento, el comienzo así lo augura.