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Huelga de hambre de dos delegadas de LAB en defensa del empleo en Konecta BTO

Konecta BTO, contrata que se dedica a la atención telefónica de Iberdrola, ha despedido a 11 trabajadoras «por haber estado más de un 20% de la jornada de baja en los dos últimos meses» y ha previsto siete traslados forzosos a Barcelona, acogiéndose a la nueva reforma laboral.

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Juanjo BASTERRA | BILBO

Irantzu Llamosas y Leire Sáinz-Ezkerra, delegadas sindicales de LAB en Konecta BTO, iniciaron ayer una huelga de hambre indefinida en la Kultur Etxea de Güeñes en defensa del empleo en esta subcontrata de Iberdrola, que atiende el servicio telefónico de la multinancional eléctrica. Ha despedido a 11 trabaja- doras y hay otros 7 puestos pendientes de traslados forzosos a la planta de Barcelona.

Junto a Jorge Silva, responsable de LAB en la zona, las dos sindicalistas afirmaron que han tomado esa dura decisión para defender el empleo en esa contrata. «Desde la llegada de Konecta BTO a la planta de Güeñes en diciembre de 2010 ha despedido a 70 trabajadoras en quince meses de actividad», precisaron en rueda de prensa.

Anteriormente, estas trabajadoras pertenecieron a Customer Works y, antes aún, a Resulta. Con el último cambio de compañía, las empleadas realizaron 17 días de huelga para conseguir la subrogación, pero el Gobierno de Lakua aprobó finalmente el expediente de extinción, lo que equivalía a no tener un historial continuado. Llamosas y Sáinz-Ezkerra recordaron que los tribunales están dando la razón a las trabajadoras en sus reclamaciones sobre la antigüedad, motivo por el que LAB aseguró que «la decisión del Gobierno de Gasteiz y las maniobras de Iberdrola para que no se subrogase a la plantilla han quedado en entredicho». No obstante, añadieron que «los poderes económicos, como se ha demostrado, no aplican la legalidad, y los poderes políticos, al servicio de los primeros, no dudan en complacerles».

Las representantes sindicales recordaron que Konecta BTO «se ha dado mucha prisa por adoptar la reforma laboral». Así, el pasado 1 de marzo, sin notificación previa de quince días, «puesto que hubiera aguado la inauguración de la Torre de Iberdrola, se nos comunicó de forma individual a 11 trabajadores para notificarnos un despido procedente, por haber estado más de un 20% de su jornada de baja durante dos meses consecutivos, aun siendo ésta con justificación médica».

Esta es una consecuencia directa de la reforma laboral, porque por ocho días de baja «puedes ser despedido, con una indemnización de 20 días por año con un tope de 12 mensualidades. Para acceder al tope, es necesario tener 18 años de antigüedad en la empresa».

Junto a estos despidos, ambas relataron que a otras siete trabajadoras se las pretende enviar a Barcelona. «Si no aceptas, te ofrecen la misma indemnización por despido objetivo», remarcaron Llamosas y Sáinz-Ezkerra. «Difícilmente alguna trabajadora se va a poder trasladar dejando aquí a sus familiares, sus compromisos y empezar una nueva vida con 900 euros de salario. Entendemos -remataron- que son despidos encubiertos, mediante la utilización del texto de la reforma laboral».

Denuncian la connivencia del Ayuntamiento

Jorge Silva, responsable de LAB en la zona, informó de que la platilla de la subcontrata asciende a 260 personas, aunque llegaron a ser 329, de las que el 90% son trabajadoras. Añadió que «el trabajo es duro, el salario bajo y las jornadas inacabables». Denunció que el Ayuntamiento de Güeñes, presidido por el PNV, les negó la Kultur Etxea para llevar adelante la huelga de hambre. «No obstante, si se produjese el desalojo, no interrumpiría la huelga de hambre, porque tenemos otras opciones», apuntó.

El representante sindical de LAB de la zona acusó al PNV de ser «responsable en cierta medida» de los despidos y de la situación de la empresa, porque el Ayuntamiento cedió a Iberdrola la planta donde se sitúa Konecta BTO. «Les cedió el suelo a cambio de mantener el empleo durante tres años solamente. Este compromiso terminó en 2005» y, en cambio, la cesión del suelo es por 75 años y la compañía eléctrica tiene que pagar 600 euros al año «que no abonan, y es con opción de compra. Estas cantidades se descontarán de la cantidad final». LAB exigió, por último, a las instituciones «que renegocien el contrato y que apuesten por la planta de Güeñes, que la están desmantelando». J. B.

HUELGA

LAB ha convocado huelga para este lunes y ELA la ha ampliado hasta el domingo 18, día en el que celebrarán una manifestación, «para hacer frente a las imposiciones de la dirección» de la subcontrata, que trabaja en la atención de los clientes de Iberdrola.

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