Miguel Alfredo Hernández Busto | Sección sindical de LAB del Ayuntamiento de Gasteiz
«Fahrenheit 451», Gasteiz 2012
«Fahrenheit 451»: película de ciencia ficción de François Truffaut, estrenada en 1966 y basada en la novela homónima «Fahrenheit 451» (1953) de Ray Bradbury. El argumento se sitúa en una sociedad posterior al año 1990, donde la tarea de los bomberos ya no es la de apagar incendios (las casas de esa época no son inflamables), sino la de quemar libros, ya que, según su gobierno, leer impide ser felices porque llena de angustia; al leer, los hombres comienzan a pensar, analizan y cuestionan su vida y la realidad que los rodea. El objetivo del gobierno es impedir que los ciudadanos tengan acceso a los libros, pues vela para que los ciudadanos sean felices, que no cuestionen sus acciones y rindan en sus labores.
Gasteiz 2012: donde la realidad supera la ficción. Donde los gobiernos velan para que sus ciudadanos no piensen, no sean críticos, no cuestionen el sistema. No se queman libros como en la película. Se quiere quemar bomberos. El argumento: que estos bomberos mostraron su apoyo a la petición de acabar con la política penitenciaria de excepción que sufren los presos políticos vascos y su compromiso con la manifestación que se iba a celebrar días más tarde en Bilbo.
El delito cometido: utilizar los trajes de bombero, hacerlo en horas de trabajo, cantar y mostrar carteles con el hiriente cartel de «Contad con nosotros». No importa que lo realizasen en sus horas de asamblea, que lo intentasen hacer de la forma más legal, no importa que la «cárcel quemada» apenas superase los 25 centímetros, que no se utilizase ni un solo material del parque, no importa que su apuesta fuera la humanización del conflicto, no importa que cuando ha interesado sí se hayan utilizado uniformes o se hayan hecho reivindicaciones en horas de trabajo con llamamientos institucionales.
Lo importante es lanzar un aviso a quien quiera mostrar su solidaridad con causas que no gusten a quienes ostentan el poder. El video lleva colgado tres meses sin generar polémica alguna, pero «alguien» ha decidido que es el momento mostrar el pecado cometido, de intentar su lapidación... ¿Alguien puede creer que la seguridad de la ciudad estuvo desatendida siquiera un segundo?
No parece muy ético lanzar una campaña de linchamiento mediático dando por ciertos hechos no comprobados y luego anunciar una investigación. Será la investigación la que permita juzgar si este grupo cometió alguna barbaridad.
Ante el linchamiento mediático, nos solidarizamos con el grupo de bomberos que actuaron con absoluta buena fe y apostamos por el diálogo para debatir y solucionar o corregir lo que hiciera falta en un asunto que no tiene la dimensión que se pretende dar.