50 muertos tras cubrir una avalancha de nieve un pueblo en Afganistán
GARA |
La avalancha de nieve, provocada por un alza de las temperaturas tras días de grandes nevadas, cubrió el pasado domingo el pequeño pueblo de Dispay, en la montañosa provincia de Badajstán, donde vivían 199 personas.
Unas 50 personas murieron y 145 se hallan desaparecidas pero presuntamente muertas tras producirse una avalancha de nieve en el nordeste de Afganistán, sometido a un invierno muy riguroso, según informó la ONU ayer. «Esta tragedia es probablemente la primera de una larga serie en el próximo futuro. Las intensas nevadas no solo provocarán avalanchas sino también en algunas semanas graves inundaciones en varios lugares del país», comentó Michael Keating, coordinador humanitario de la ONU, en un comunicado.
Un portavoz del gobierno local indicó a la agencia France Presse que 56 personas desaparecieron en la avalancha, que se habría producido, según él, el lunes y no el domingo. El miércoles, las autoridades habían anunciado un saldo provisional de 42 víctimas.
El invierno de 2012 ha sido el más duro en Afganistán en los últimos 15 años. Más de 90 personas murieron por causa de las inclemencias climáticas solamente en la región de Badajstán, de acuerdo con un conteo de dicha agencia. En esta región, 35 niños murieron de neumonía en apenas dos días a fines de febrero.
La fundación Aga Khan, el Programa Alimentario de la ONU y la embajada de EEUU han distribuido comida a familias afectadas por la catástrofe. La ONG IOM ha enviado 120 equipos de emergencia con ropas de abrigo, mantas, botas, material de higiene, herramientas y tiendas de campaña.
A pesar de la «ayuda internacional», Afganistán, devastado por 30 años de guerra, es aún uno de los países más pobres. En este escenario, el «acceso a la ciudad de Dispay únicamente es posible desde el país vecino, Tajikistán», informó la agencia de ayuda de la ONU.