PARÍS-NIZA | Séptima etapa
Un rival menos para Wiggins
Leipheimer se cayó en un descenso y perdió 16 minutos en la penúltima etapa, con victoria de De Gent.
Jon ORMAZABAL
Una contrarreloj de 9,6 kilómetros entre Niza y el Col d'Èze, con un desnivel medio del 4,7%, pondrá el punto final a la presente edición de la París-Niza, que Bradley Wiggins tiene un poquito más cerca después de que Levi Leipheimer, que partía en tercera posición de la general a diez segundos del líder y se perfilaba como el gran rival del británico, cediera más de 16 minutos ayer en la línea de meta tras una caída. La etapa fue para Thomas De Gendt, que culminó una larga fuga.
El flamenco del Vacansoleil fue el gran protagonista de la séptima etapa, con llegada en Niza, con una larga escapada que le permitió plantarse en la línea de meta con una ventaja de 6 minutos y 18 segundos sobre el estonio Rein Taaramae (Cofidis), que fue su compañero de fuga durante muchos kilómetros. El gran grupo, con Bradley Wiggins, líder, y Alejandro Valverde (Movistar), llegaron a 9.24 del vencedor de etapa, pero ambos equipos controlaron la distancia del escapado para que el liderato no peligrara.
La escapada buena del día se formó en el kilómetro 48, cuando el dúo De Gendt-Taaramae abandonó la disciplina del pelotón y llegaron a obtener una renta cercana a la docena de minutos -el flamenco estaba a 15. 44 de Wiggins-. La pareja de escapados se mantuvo unida hasta el ascenso del Col de Vence, situado a unos 55 kilómetros de meta, que fue donde el estonio, que había realizado varios intentos de irse en solitario, no pudo seguir el ritmo del ciclista del Vacansoleil.
Por detrás, la jornada resultó tranquila para todos excepto Levi Leipheimer, que tuvo el día cruzado, marchando todo el rato a remolque debido a las tres caídas que padeció. La última de ellas, la que le dejó sin opciones de disputar hoy la victoria final de la prueba francesa, se produjo en pleno descenso del puerto de Vence, donde el ciclista del Omega estaba a punto de conectar con el grupo, del que se había rezagado. En una curva, el estadounidense chocó con su compañero Devenyns y ambos rodaron por el suelo para terminar empotrándose contra una moto de policía, perdiendo todas las opciones.