La escalada de ataques aéreos contra Gaza y la respuesta en forma de lanzamiento de cohetes Grad por parte de las organizaciones de resistencia palestina contra territorio israelí se han cobrado ya más de una veintena de muertos -todos palestinos-, decenas de heridos -en ambos bandos- y casi dos millones de palestinos atrapados bajo los bombardeos y un millón de israelíes bajo una lluvia de cohetes. La reactivación de la agresión contra Gaza, con los tambores de guerra contra Irán resonando con fuerza, vuelve a poner de manifiesto que la ausencia de una solución a la ocupación y el apartheid en Palestina es la llama que mantiene la olla de todo Oriente Medio hirviendo.

Pretenden situar el fantasma de un «Irán nuclear» en el centro de lo atención mundial, mientras se mantiene el castigo colectivo contra los gazatíes, ese bloqueo ilegal e inhumano que convierte a las autoridades israelíes en criminalmente responsables, es el combustible que genera tanta hostilidad, en tanta gente del mundo, contra Israel. Asfixiar económica, sicológica y militarmente a todo un pueblo, diezmando su economía, haciendo que el paro, la pobreza y la dependencia de la ayuda internacional lleguen a niveles récord y que toda una generación sea aislada y tenga el acceso denegado al mundo exterior, se ha convertido en omnipresente y rutinario para Israel. Ese crimen no puede continuar.