El jueves pasado, mientras Patxi López protagonizaba su enésimo fiasco, en la sala de prensa del Parlamento comparecieron varios representantes políticos, entre ellos la portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu, con una expectación, todo hay que decirlo, mucho mayor que la del lehendakari. Y claro, quienes entienden la libertad de expresión como vicio a erradicar, estaban mosqueados. Ayer, en «El Correo», Tonia Etxarri escribía que «los portavoces de la nueva Batasuna se despacharon a gusto, en sede institucional, permitiéndose decir que el Parlamento y el Gobierno son ilegítimos, sencillamente porque no están ellos. Todo un insulto que ni el PP, ni el PSE ni UPyD están dispuestos a tolerar». Eso de «permitiéndose decir» delata su concepto de la libertad de expresión. Lo que para muchas y muchos es un insulto a la democracia es que quienes según las encuestas tienen más respaldo que PP, PSE y UPyD no estén en el Parlamento con todos sus derechos. Pero como aquellos no están dispuestos a «tolerar» que una portavoz abertzale vuelva a la Cámara, Etxarri les pone deberes: «habrá que ver si, en lo que queda de legislatura, van a poder cambiar el reglamento de la Cámara. Están, desde luego, en la mejor condición de mayoría para hacerlo». En los meses que les queda al frente del chiringuito no quieren voces molestas. Es lo que tienen los demócratas de toda la vida.

Sobre Ugarteburu, afirma que «riéndose de las instituciones por el mero hecho de no estar los suyos ocupando un espacio y, arrogándose una representación electoral que hoy por hoy no tiene, se permitió exigir la disolución del Parlamento. No puede volver a ocurrir». Fíjense cómo vuelve a decir eso de «se permitió». Y el tono imperativo del final, de traca.

Pues Etxarri se puede ir preparando, porque según «El Diario Vasco», periódico hermano del anterior, la izquierda independentista tiene toda la intención de ganar las elecciones -lo que tampoco es noticioso, la verdad- y entre las posibles opciones para las candidaturas estaría Ugarteburu, siempre según ese diario. Así que igual la próxima vez que le ven en el Parlamento es como presidenta del mismo, o como lehendakari. A Tonia le va a dar algo.