Volvió a ser el mejor de los rojillos. Con seis goles -su récord anotador en Liga- y otras tantas asistencias, Raúl García se ha convertido, por méritos propios, en el jefe de la escuadra navarra. El de Zizur Nagusia es la primera línea de presión y recuperación, quien da el pase decisivo en algunos casos, cuando no es el que finalmente remata a las redes del rival.

Una temporada en la que ha recuperado aquel nivel futbolístico que le permitió hacer las maletas rumbo a Madrid, gracias entre otras cosas a que ha recobrado una posición en el campo, por detrás del delantero, «en la que me siento muy cómodo». «Los compañeros me lo ponen muy fácil y estoy disfrutando de cada momento. Juego donde siempre me ha gustado, con posibilidades de llegada y el que se sorprenda por lo que hago ahora es que no ha visto mi carrera», añadió el rojillo.

Un rendimiento que le está viniendo de perlas a Osasuna, quien necesitaba como el comer ese hombre de ida y vuelta del que ha estado huérfano en las últimas campañas, y que recuperaba con el regreso de Raúl García, pese a sus problemas en el inicio liguero. «No llegué en el mejor momento y el míster lógicamente probó lo mejor posible para el equipo. Mendilibar tiene de tonto muy poco y no puedo sino tener palabras de agradecimiento, no solo por mí, sino también por cómo actúa con el resto del equipo», señaló.

Cautela y ambición

Raúl García analizó el último logro cosechado por su equipo, a menos de 24 horas de haber ganado al Athletic. «Fue un partido muy físico que nosotros llevamos a donde queríamos». Tres puntos que el futbolista no considera diferentes por tratarse de un derbi, sino que son un añadido más «que nos pueden dar la permanencia».

Un discurso que, con 38 puntos ya en el casillero y a falta todavía de 12 jornadas, cada vez parece menos compatible con las prestaciones del equipo. Sin embargo, la cautela se impone una vez más en la plantilla: «Seguramente hemos visto aquí alguna mala racha de doce partidos sin ganar», se curó en salud el jugador.

Cierto es que las cosas pueden variar, pero no lo es menos el hecho de que los de Mendilibar se encuentran ahora mismo en posiciones europeas por encima de rivales con un mayor presupuesto económico, como es el caso del propio Athletic, el Atlético de Madrid o el Sevilla. «Es verdad que a estas alturas tenemos una cantidad de puntos que quizás no pensábamos a principios de temporada, pero no tenemos que descentrarnos», insistió.

Que el vestuario sea comedido no significa que haya falta de ambición. «En el momento en que consigamos los puntos necesarios para la permanencia vamos a pelear por otras cosas, pero este sábado tenemos un partido complicado en Zaragoza y nuestra obligación es centrarnos en ello», explicó.