NUEVO TIEMPO EN EUSKAL HERRIA
López prevé que el grupo de Aralar apoyará la ponencia
El lehendakari muestra su confianza en la próxima creación de la «Ponencia para la Convivencia» al afirmar que, aunque «ahora tenemos en Aralar dos partes, yo creo que el grupo parlamentario tiene clara la ponencia y el contenido, y al final seremos capaces de buscar un acuerdo»
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El lehendakari, Patxi López, mostró ayer su confianza en que en los próximos días los grupos parlamentarios sean capaces de ponerse de acuerdo para crear una ponencia «para la convivencia» en el Parlamento de Gasteiz. A su entender, solo estarían en contra UPyD y «en parte también EA».
Entrevistado en Radio Euskadi en la mañana de ayer, se le apuntó que Aralar había marcado ya la posición oficial del partido en contra de una ponencia que resultara excluyente. La respuesta del lehendakari resultó significativa: «El problema es que ahora tenemos en Aralar dos partes, parece ser. Pero yo creo que el grupo parlamentario de Aralar tiene clara la ponencia y el contenido, igual que el resto, y que al final seremos capaces de buscar ese punto en común para seguir sumando, que es lo que hace falta».
En este tema se han mezclado una moción inicial de Aralar pidiendo la creación de una ponencia para «debatir y consensuar el tipo de soluciones que se debe dar a las consecuencias de la violencia» (y no «consecuencias del conflicto» como erróneamente tradujo el Parlamento y recogimos también en este diario), con la posterior propuesta teórica del lehendakari de crear una «ponencia para la convivencia». Ambas coincidieron en el mismo pleno, y en la práctica la votación de la moción de Aralar iba a convertirse en la votación de la propuesta de López, por lo que finalmente Aintzane Ezenarro optó por posponer el punto a otro pleno, ya que no había acuerdo sobre la creación de la ponencia.
Problemas diversos
Se han pretendido reducir las discrepancias a la presencia o no de la izquierda abertzale en esa ponencia. Sin embargo, las diferencias entre los grupos iban mucho más allá. De hecho, el texto que estuvo a punto de ser sometido a votación estaba muy alejado de la propuesta inicial de Aralar y la dirección del partido no estaba de acuerdo con el mismo.
El borrador de la enmienda transaccional se centraba en que «el Parlamento Vasco reafirma su voluntad para promover el máximo consenso de las fuerzas políticas para lograr el final incondicional de ETA. Con este objetivo y con el de promover una convivencia en paz y libertad, acuerda constituir una ponencia integrada por todos los grupos parlamentarios para impulsar acciones con ayuntamientos y otras instituciones para la promoción de la convivencia y deslegitimación del terrorismo y fomentar la educación en valores democráticos y la promoción del respeto a los derechos humanos de la sociedad vasca»
Pese a las evidentes diferencias entre este texto y la posición fijada por Aralar el domingo, el lehendakari insistió ayer en que «estoy convencido de que habrá ponencia».
Sin la izquierda abertzale
También quiso dejar claro que esta ponencia «no es para la izquierda abertzale». Y apostilló que «son los grupos los que deciden quién acude invitado, pero la ponencia está compuesta por los grupos parlamentarios que existen».
Esto hace que la izquierda abertzale no pueda tener una participación normalizada en la misma, lo que en opinión del portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, supone una «anomalía» que es necesario resolver «de alguna manera» si se quieren «dar pasos efectivos de cara a establecer consensos efectivos de cara al futuro», porque la «deficiencia» de la estructura actual de la Cámara autonómica «la inhabilita para abordar un procedimiento de esas características».
La izquierda abertzale respondió a las últimas declaraciones del lehendakari, Patxi López, asegurando que «está manteniendo una actitud totalmente irresponsable en su defensa de foros y ponencias basadas en la segregación y la exclusión».
En una nota, señaló que el lehendakari, «tras estar desaparecido del escenario de las soluciones, busca su momento de gloria con una propuesta vacua», que no contempla el «respeto a todos los derechos, individuales y colectivo», base de cualquier convivencia. Por ello, le demanda que «deje de plan- tear exigencias a la izquierda abertzale y actúe de una vez dejando de lado los esquemas de exclusión; en caso contrario, no tendría ninguna legitimidad para seguir en su cargo».
Una ponencia parlamentaria es un foro que se abre por iniciativa de una comisión o del Pleno para el estudio y el análisis de una cuestión específica, con el fin de obtener una serie de conclusiones. Bien puede ser para trabajar el contenido de un proyecto de ley o para, por ejemplo, abordar las bases de una reforma estatutaria.
Las ponencias están compuestas por un miembro de cada grupo parlamentario (en el caso del Grupo Mixto puede haber uno por partido) y trabajan habitualmente a puerta cerrada para favorecer la libre expresión de opiniones y facilitar la búsqueda de acuerdo.
La ponencia puede invitar a expertos a participar en la misma, pero no suele ser una participación constante, sino que acuden, dan su opinión, responde a algunas preguntas y se marchan. Ese sería el papel que cualquier representante de la izquierda abertzale podría tener en la ponencia que se pretende constituir ahora.
El informe que sale de la ponencia es el que refleja la posición de la mayoría de integrantes y después se vota en comisión o en el Pleno. Por lo tanto, en este caso, PSE y PP tendrían la mayoría para hacer valer su opinión.
El lehendakari recibirá hoy a Jesús Loza, tras nombrarlo Comisionado para la Convivencia y la Memoria. Por otra parte, el PSE ha informado de que propone a Mikel Unzalu como sustituto de Loza en la Secretaría de la Mesa del Parlamento.
En sectores del PP y del PSE -e incluso en algunos círculos mediáticos- ha molestado mucho la comparecencia de la portavoz independentista Maribi Ugarteburu en la sala de prensa del Parlamento durante el pleno en el que se debatían las propuestas de Patxi López para encauzar el nuevo tiempo. Desde diversas instancias se ha anunciado que en la Junta de Portavoces de hoy habrá quien le pida cuentas al parlamentario de EA, Juanjo Agirrezabala, por la mencionada rueda de prensa, e incluso se especula con la posibilidad de que se adopten variaciones normativas en el funcionamiento de la Cámara autonómica para evitar que algo así vuelva a ocurrir. GARA
El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, insistió ayer en el mantenimiento de la dispersión de los presos vascos y en exigir su arrepentimiento para poder acceder a cambios en su régimen penitenciario. Y lo hizo considerándose avalado para ello por el acuerdo que PP, PSOE, PNV y otros grupos suscribieron en el Congreso de los Diputados. «La decisión del Gobierno y de todo el Congreso de los Diputados, salvo Amaiur, es que ETA se disuelva incondicionalmente y, mientras tanto, no vamos a bajar la guardia», afirmó tras inaugurar un cuartel de la Guardia Civil en la localidad soriana de El Burgo de Osma.
No es la primera vez que el ministro alude al mencionado acuerdo para justificar su actitud. El pasado 26 de febrero, en una entrevista en «El País», al señalarle en una pregunta que PSE y PNV pedían acercamientos de presos, respondió con contundencia que «el Congreso ha instado al Gobierno a exigir a ETA su disolución incondicional. No me pueden pedir que exija este cese incondicional y a la vez que cambie la política penitenciaria. Incondicional es incondicional».
En sus declaraciones de ayer, Jorge Fernández subrayó que el Gobierno «apoyará, impulsará y promoverá», en el marco de la ley penitenciaria, «todo lo que signifique que los etarras se arrepientan, pidan perdón a las víctimas del terrorismo, se hagan cargo de las responsabilidades civiles accesorias a sus condenas y cumplan con todos los requisitos que la ley penitenciaria establece, para que puedan acogerse, en el marco de la ley, a los beneficios penitenciarios».
Y añadió que «es lo que ha venido llamándose la `vía Nanclares', que la impulsamos y promovemos porque es legal y es la que más se adecúa al espíritu de la Constitución».
El ministro del Interior insistió en la apuesta por mantener la dispersión de los presos mientras subsista la organización a la que pertenecen, para «favorecer su reinserción, porque si están dispersos esa organización criminal tiene menor incidencia de influir sobre ellos».
Mientras el ministro del Interior mostraba qué uso hace el Gobierno de los consensos parlamentarios, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, aseguraba en ETB que «sería una buena solución» trabajar en la Cámara de Madrid para dar «una habilitación al Gobierno para que diera los pasos necesarios a efectos de finiquitar ETA», pero «en un marco que habría que definir y acotar, y con compromiso de consensuar los pasos a dar». Explicó que los grupos parlamentarios, que «nunca han dejado de hablar de esos temas», están «explorando posibilidades» para ver «de qué manera se puede avanzar en ese terreno».
La idea de esta habilitación al Ejecutivo de Rajoy está siendo manejada con profusión por portavoces jeltzales en estos últimos días. Joseba Egibar la utilizó en el Parlamento de Gasteiz durante el pleno sobre las propuestas de Patxi López, y el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, la sacó a relucir también en una entrevista de este fin de semana.
El PNV está hablando de una resolución como la que en mayo de 2005 se aprobó para permitir a Zapatero dialogar con ETA. GARA