La Diputación de Gipuzkoa expuso ayer los argumentos que le llevan a considerar que la opción de Riberas de Loiola es mejor que la de Atotxa para construir la futura estación de autobuses de Donostia.

La diputada de Movilidad e Infraestructuras Viarias, Larraitz Ugarte, y el director de Movilidad y Transporte, Unai Erroitzenea, explicaron que los técnicos forales han analizado este proyecto desde el punto de vista de las afecciones en el tráfico y la movilidad del transporte público, que son los que competen al ente foral.

Erroitzenea indicó que «todo el tráfico relacionado con la estación realizaría las entradas y salidas de forma directa, sin afectar a la circulación interna de la ciudad».

A ello añadió que «la forma natural de acceder a la estación de autobuses de Riberas de Loiola desde la mayor parte del territorio es la autovía del Urumea, y ello es muy positivo, puesto que los vehículos no tienen que usar la obsoleta GI-20, la antigua variante». Sí lo harían los procedentes de Ipar Euskal Herria y comarcas como Oarsoaldea o Txingudi, pero al menos «lo harán directamente sin pasar por el casco urbano».

Respecto a la movilidad de los autobuses que vayan a utilizar la estación, enumeró diversas ventajas. La primera es que el proyecto de Riberas tiene veintiocho dársenas, cinco más que Atotxa, y además cuenta con opciones de ampliación. Esa mayor capacidad implica que «los autobuses pueden hacer estancias más largas sin afectar a la circulación».

En este sentido, las compañías de Lurraldebus que actualmente utilizan la estación de autobuses «podrán mejorar y ampliar el servicio, porque hay espacio suficiente para ello».

Por otra parte, las compañías de Lurraldebus que hoy en día no tienen como punto de llegada o partida la estación de autobuses «pero que tienen una parada cerca de ella -como es el caso de algunas líneas de Ekialdebus-, tendrán la posibilidad de pasar por la estación de Riberas de Loiola sin tener que hacer grandes cambios en el recorrido», subrayó.

Para finalizar este capítulo, destacó que habrá «posibilidad de habilitar dársenas de reserva en superficie -en el paseo de Zorroaga-, y ello posibilitaría que muchos autobuses pudieran ir allí los días de especial necesidad en transporte público por carretera», por ejemplo en casos de eventos deportivos, culturales o sociales.

Futuro billete único

Larraitz Ugarte centró su intervención en la futura implantación del billete único y en la intermodalidad que ofrecerá Riberas de Loiola para poder conectar los autobuses con EuskoTren -lo cual no es posible en Atotxa- y Renfe.

La diputada reveló que responsables y técnicos del Ayuntamiento y de la Diputación se reunieron la pasada semana con las diferentes compañías que operan en Lurraldebus, a fin de conocer de primera mano la opinión de quienes prestan el servicio.

«Las compañías analizarán con más detenimiento el proyecto y realizarán sus aportaciones, pero a primera vista les ha parecido un proyecto apropiado y correcto», destacó.

En el turno de preguntas, y cuestionada por la financiación y el futuro modelo de gestión, Ugarte recordó que la estación es competencia municipal y que existe un convenio por el que la Diputación aportará parte de la inversión, independientemente del emplazamiento elegido.