Cuarto día de ayuno en Konecta BTO sin noticias de la empresa
Juanjo BASTERRA | BILBO
Irantzu Llamosas y Leire Sáinz-Ezkerra, delegadas de LAB, cumplieron ayer los cuatro primeros días de huelga de hambre en contra de los despidos en Konecta BTO, subcontrata de Iberdrola que atiende el servicio telefónico de la multinacional.
«Estamos con ánimo y firmes para conseguir que Konecta BTO dé marcha atrás con los despidos y traslados a Barcelona», explicaron a GARA. Ambas reconocieron que ni la dirección de la subcontrata ni de la eléctrica vasca se han puesto en contacto con ellas en la Kultur Etxea de Güeñes, que es donde están realizando esta protesta.
Según explicó LAB en una nota, «las muestras de cansancio físico son ya evidentes en algunos momentos del día, habiendo perdido las dos delegadas cuatro kilogramos de peso cada una». Ambas fueron reconocidas en el centro de salud de Zalla, donde entre otras pruebas, les realizaron un electrocardiograma y medición de tensión. «Las pruebas han sido favorables en cuanto a su estado físico y su estado psicológico es de una determinación absoluta en sus reivindicaciones», precisó la central.
Consecuencia
La nueva reforma laboral, la más agresiva, ya ha servido a algunos empresarios para tomar medidas de recorte de empleo y de derechos. Es lo que ha pasado en Konecta BTO, dado que el pasado 1 de marzo despidió a 11 trabajadoras, y a otras 7 se les ofreció un traslado forzoso a Barcelona. De no aceptarlo, serían también despedidas, en ambos casos con una indemnización de 20 días por año con un tope de 12 meses.
«Iberdrola se ha convertido así en una de las primeras empresas en aplicar las ventajas que les otorga la reforma laboral. Ambas reivindican la readmisión de las compañeras despedidas, la paralización de los traslados y exigen al PNV, que gobierna en Güeñes, que renegocie las condiciones del mantenimiento del empleo con Iberdrola.