Joaquim Purito Rodríguez (Katusha) estrenó su casillero de la temporada al imponerse en la sexta etapa de la Tirreno-Adriático, disputada a través de 181 kilómetros con salida y llegada en Offida, en la que el estadounidense Chris Horner (Radioshack) mantuvo el liderato.

Purito atacó a un kilómetro de meta y abrió una pequeña diferencia que hizo inútil la reacción de los favoritos, que vieron cómo el catalán alzaba los brazos.

Un desenlace con intriga, ya que el grupo perseguidor cruzó la línea con el mismo tiempo (4h.38.27), con los italianos Vincenzo Nibali (Liquigas) y Danilo Di Luca (Acqua e Sapone) y el líder Chris Horner a continuación.

Fue una prueba positiva para el catalán, que probó fuerzas aprovechando un repecho que seleccionó el grupo principal. Entre los grandes, el líder del Katusha lanzó el ataque definitivo, suficiente para elevar su confianza ante las clásicas de primavera, en las que aspira a lograr alguna victoria, a poder ser en el Tour de Flandes.

A falta de la contrarreloj de 9,3 kilómetros que pondrá fin a la carrera de los dos mares en San Benedetto del Tronto, Horner solo aventaja en 5 segundos a Kreuziger y en 6 a Nibali (Liquigas), que se acercó un poco en la general gracias a la bonificación de su segundo puesto.

La penúltima etapa dejó varios abandonos, entre ellos el del irundarra Juanma Garate (Rabobank), el del campeón mundial Mark Cavendish, el de Edvald Boasson Hagen (Sky) y también el de Philippe Gilbert (BMC), número uno en 2011.