Vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones
Inter y Bayern se la juegan bajo amenaza de eliminación
Olympique y Basilea, respectivamente, les ganaron por idéntico 1-0 en la ida.
EFE | DONOSTIA
Inter de Milán-Olympique de Marsella (Gol TV) y Bayern-Basilea (TVE1), ambos en el habitual horario champions de las 20.45,
pugnan por un puesto en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Tanto para el equipo italiano como para el galo, la victoria supondría su tabla de salvación de una temporada en la que los dos están dando tumbos en sus respectivas ligas.
El Olympique llega con ligera ventaja tras imponerse en la ida por 1-0. El tanto de Ayew en el descuento del encuentro disputado en el Velódromo marsellés desequilibró la balanza del lado de los galos, que podrán saltar al césped del Giuseppe Meazza con un resultado favorable.
Pero desde aquella noche el conjunto de Didier Deschamps cuenta sus encuentros por derrotas, lo que le ha alejado de los puestos que dan acceso a la máxima competición continental.
Mejor le ha pintado al Inter, que viene de vencer al Chievo Verona, lo que rompió una racha de nueve partidos sin ganar, siete de ellos con derrota, y hace germinar la esperanza en los de Claudio Ranieri de lograr clasificarse para los cuartos por tercer año consecutivo.
Los medios italianos lo saben bien y por eso han denominado el choque «el partido de la vida» para el Inter y quizá también será determinante para el futuro de su entrenador, a quien ya se le busca sustituto.
«En el encuentro de ida disputamos un óptimo partido y no merecíamos perder. Estoy convencido que con la ayuda de nuestro público podremos ganar. La Liga de Campeones es un campeonato diferente y pasando este turno estaremos entre los ocho mejores equipos, por tanto el partido será importantísimo», afirmó Diego Milito.
El delantero argentino será uno de los once de Ranieri, mientras que el técnico tendrá que decidir entre Forlán y Pazzini, aunque este último tiene más posibilidades de jugar contra los franceses.
Deschamps nunca perdió allí
Deschamps alineará a su equipo de gala consciente de que la principal batalla de San Siro será psicológica. El entrenador labortano debe convencer a sus hombres de que, pese a la mala racha, los cuartos de final son un premio prestigioso que deben buscar ante el Inter. El de Baiona, que jugó en la Juve, nunca perdió en el Guiuseppe Meazza. Valbuena, el atacante más implicado del grupo, anima a sus compañeros a «tener ambición» y recuerda que los goles marcados en el descuento, como el que logró Ayew, «son los que marcan a los campeones».
El Bayern también se la juega ante el Basilea, que llega a Múnich lleno de confianza tras haberse impuesto 1-0 en la ida en su propio estadio.
El Basilea no tiene nada que perder puesto que el Bayern sigue siendo favorito pese a la derrota y podría agregar otro hito en su campaña europea, tras haber echado de la competición al Manchester United en la fase de grupos. La renta no es mucha pero en todo caso los suizos saltarán al campo con ventaja y si hay algo con lo que el Bayern ha tenido dificultades en esta temporada es cuando tiene que jugar con el marcador en contra.
Lo que puede mejorar el ánimo del equipo alemán es lo que mostró en la última jornada de la Bundesliga, cuando le pasó por encima al Hoffenheim al que terminó goleando por 7-1.
Es de esperar que hoy, el ex entrenador del Athletic Jupp Heynckes repita el equipo que arrasó al Hoffenheim, con Philipp Lahm como lateral derecho y David Alaba en la otra banda, y que Schweinsteiger vuelva a estar en el banquillo.
El Basilea, que viene de derrotar al Grasshopper Zúrich por 2-0 en la liga suiza, probablemente saldrá al campo con su acostumbrado 4-4-2 con Frei y Marco Streller en punta. Si el Basilea logra mantener el cero en esa fase, es posible que el Bayern caiga en la precipitación y, como ha ocurrido con frecuencia en esta temporada, corra el peligro de perder el norte.
El entrenador labortano, actual técnico del Olympique, comienza a sonar como la opción del propietario del Chelsea Roman Abramovich para ocupar el banquillo del equipo inglés como alternativa a Guardiola o Mourinho.