«La autoridad en Irak se ha construido de modo muy sectario»
En el primer aniversario de la retirada de los estadounidenses y en medio de una creciente crisis política interna, GARA habla con uno de los más respetados activistas por los Derechos Humanos de Irak. Al Kifah Jawahiri, vicepresidente de la ONG Al Amal, explica que la mayoría de los iraquíes vive en condicione extremas, agravada por la división de la sociedad iraquí y la construcción sectaria del poder.
Andoni BERRIOTXOA | BAGDAD
La crisis política que vive Irak se agrava con la violencia sectaria y ha apagado la primavera árabe mientras la población padece unas condiciones de vida extremas.
¿Cuáles son, en su opinión, los problemas más inmediatos que aborda Irak en 2012?
Incluso después de la retirada de los estadounidenses, todavía tenemos muchos problemas, pero la mayoría de ellos también eran comunes en tiempos de Saddam. En primer lugar, la seguridad en todo el país es débil, pero no podemos culpar a Al Qaeda. Irak está invadido por bandas armadas y milicias de todo tipo, desde extremistas islámicos, ya sean suníes o chiíes, que están respaldados por los principales partidos políticos. De hecho, hay una lucha real de poder entre estos últimos por todos los medios. Ni que decir tiene que los ciudadanos comunes son las principales víctimas. Tenemos que hacer frente a los cortes de energía y escasez de agua diariamente. Hay problemas de alcantarillado y las calles todavía se ven maltratadas y llenas de basura que nadie recoge. Al lamentable estado de nuestras infraestructuras más básicas se suma una corrupción rampante, altos niveles de pobreza y las crecientes tasas de desempleo.
¿Acaso la llamada «primavera árabe» no llegó a su país todavía?
La gente ha venido manifestándose durante más de un año, sobre todo los viernes, pero también es cierto que las cosas se están desarrollando a un ritmo mucho más lento que en otros países árabes. Nos habíamos deshecho de un dictador hace nueve años para que las personas no estén realmente luchando para derrocar a un tirano que había permanecido en el poder durante décadas. Por otro lado, la compleja división entre la sociedad iraquí también juega un papel clave. La autoridad en Irak ha sido construida en términos sectarios, y estos son aún muy fuertes, más que cualquier sentimiento nacionalista. El Gobierno ha estado arrestando a los manifestantes bajo acusaciones de pertenecer a Al Qaeda o bien al partido Baath, que es una prueba más de la naturaleza sectaria de los gobernantes de hoy. Pero la verdad es que la mayoría de los iraquíes, sean chiíes, suníes o cristianos, están viviendo en condiciones muy extremas
Los estadounidenses se retiraron en el mes de diciembre e inmediatamente después el vicepresidente suní del paìs, Tarek al Hashemi, fue detenido. ¿Cómo afecta esto a la sociedad iraquí?
La crisis política es enorme. Si el vicepresidente estuvo implicado realmente en algún tipo de complot terrorista iraquí, como pretende hacernos creer Nuri al Maliki, primer ministro de Irak, uno no puede sino preguntarse cómo un individuo se colocó en esa posición. Por el contrario, si al-Maliki, está detrás de una farsa para deshacerse de un rival político potencial, ¿qué credibilidad podemos dar a los funcionarios de más alto rango del país? Es un desastre para toda la sociedad iraquí, una excusa más para alimentar la violencia sectaria. Sin embargo, es evidente que las viejas formas de alcanzar el poder están de vuelta, y va más allá de la división entre suníes y chiíes. Después de las elecciones de 2010, Nuri al Maliki se dio cuenta de que tenía un rival político muy fuerte. Hoy en día, su partido quiere monopolizar el poder en el país.
Muchos analistas apuntan que Irán puede estar detrás de estos movimientos...
Una vez más, me gustaría hacer una clara distinción aquí entre el Gobierno y el pueblo. Es cierto que los chiés son mayoría entre los iraquíes, pero creo que solo una minoría de ellos están contentos con la interferencia de Irán en el país. Son los partidos políticos chiíes en el poder los que están del lado de Teherán. Muchos de nuestros gobernantes estaban en el exilio durante la época de Saddam y todavía mantienen buenas relaciones con Irán. Están haciendo un gran esfuerzo para estar al lado de Irán y son a veces más conservadores aún que ellos.
La organización se ha centrado en los derechos de la mujer desde su fundación. ¿Puede usted darnos una información sobre la situación de las mujeres iraquíes en 2012?
El hecho de que el Ministerio que trata los asuntos de la mujer se llame «Ministerio de la Mujer y la Familia» es suficientemente elocuente de hasta qué punto las mujeres están atadas a la familia. Como te decía antes, los viejos problemas permanecen y los asuntos de las mujeres no son una excepción. Antes de 2003, Irak estaba lleno de viudas de las guerras anteriores, y su número se ha incrementado después de la invasión en 2003. La mayoría de estas mujeres viven en condiciones muy graves, y apenas pueden ganarse la vida con una pensión de 100 dólares. Sumado a esto, las mujeres iraquíes también se enfrentan a la represión religiosa, y no solo del Islam. La iraquí sigue siendo una sociedad muy conservadora y la marginación de las mujeres de la nación se debe principalmente a razones culturales más que políticas. Por ejemplo, las niñas son obligadas a casarse a la temprana edad de once o doce años.
«Es cierto que los chiíes son mayoría entre los iraquíes, pero creo que solo una minoría de ellos están contentos con la interferencia de Irán en el país»