La Policía busca pistas para aclarar la muerte de dos militares en Montauban
La Policía francesa seguía ayer buscando pistas para aclarar la misteriosa muerte de dos militares mientras sacaban dinero de un cajero en Montauban. Los uniformados pertenecían a un regimiento de élite que, regularmente, envía contigentes a misiones en el extranjero.
GARA | PARÍS
Acto gratuito, ajuste de cuentas o incluso atentado, todas las pistas seguían abiertas ayer, al día siguiente de la muerte de dos paracaidistas por un misterioso motociclista en Montauban, ciudad del suroeste del Estado francés.
Un tercer soldado del 17º Regimiento de Ingenieros Paracaidistas (RGP), que también fue tiroteado en el mismo incidente y que recibió varios disparos en la médula espinal, seguía debatiéndose entre la vida y la muerte.
Esta ciudad de 60.000 habitantes alberga el regimiento de élite del Ejército francés, que envía regularmente contingentes para las operaciones exteriores, entre otras la de Afganistán.
El ministro de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, se negó a establecer una relación con la ocupación francesa de Afganistán. Sostuvo que, «de momento, no hay ningún tipo de prueba o de indicación» que vincule lo ocurrido con la presencia de soldados franceses en el país centroasiático.
Según una fuente cercana a la investigación, el atacante, que llegó vestido de negro en una motocicleta Yamaha T-Max de gran cilindrada y usando un casco, descendió de su vehículo para disparar contra los soldados, de 24, 26 y 28 años, que vestían uniforme y estaban, según la versión oficial, desarmados delante de un cajero automático retirando dinero.
Sin ninguna pista, el ministro de Defensa, Gerard Longuet, subrayó que no se excluía nada, incluso la hipótesis de un atentado. El jueves por la noche, Longuet dijo que no pensaba que la institución militar hubiera sido objeto de un atentado, «pero de momento, nada permite descartar tal o cual hipótesis». Esta es la segunda vez en cinco días que los paracaidistas son víctimas de agresores que transitan en moto en la región.
Los militares desplegados en el suroeste del Estado francés no deberán llevar uniforme cuando estén fuera de sus bases como medida de seguridad tras la muerte de dos militares, según una fuente del Ejército.