La distancia de veinte puntos en la tabla en favor de los rojillos y la condición de colistas de los maños podría hacer pensar que el duelo entre Osasuna y Zaragoza en el feudo blanquillo se presenta desequilibrado. Nada más lejos de una realidad que dice que la carga añadida del duelo entre ambas escuadras no sabe de clasificaciones.

Como sucede en Iruñea, La Romareda también se transforma cuando salta a su césped el conjunto navarro y, a buen seguro, que la afición local se olvidará de todos los problemas de su equipo para llevarle en volandas hacia el objetivo de cosechar una victoria que tiene doble sabor. Al menos será así en los minutos iniciales, pero de los de Mendilibar dependerá invertir la situación. Como plantilla y el propio técnico han reconocido en estos días previos, si el conjunto encarnado logra crearle problemas en esos primeros compases, los nervios florecerán y el público se impacien- tará con los suyos.

Pero eso únicamente se podrá lograr si Osasuna salta con la misma intensidad con la que lo hizo frente al Athletic, marcándose la meta de volver a encadenar dos victorias consecutivas -solo lo ha hecho una vez en la presente temporada ante Espanyol y Betis- en una semana que se presenta muy intensa por el apretado calendario.

Primera citación de Etxaide

El preparador zaldibartarra tiene la obligación de variar el eje de su defensa por la quinta amarilla de Miguel Flaño. La opción que cuenta con más boletos se llama Roversio, pero conociendo al míster rojillo, nada extrañaría que hubiera alguna sorpresa y la inclusión de Etxaide en la lista -por primera vez desde que se recuperó de su grave lesión- puede dar alguna pista, amén de que el propio técnico dejó caer en sala de prensa que podría haber más variaciones en el once. También se mantiene entre los privilegiados Manu Onwu, a la vista de la escasez de delanteros y de las cualidades que ofreció en los pocos minutos que jugó ante el Athletic.

Los mismos problemas defensivos tiene el entrenador del Zaragoza, Manolo Jiménez, que se encontraría en la tesitura de tener que alinear una pareja de centrales diferente a la de Anoeta -iniciarían Pablo Álvarez y Pinter en lugar de Da Silva y Lanzaro-, a lo que hay que sumar los problemas de sus dos atacantes específicos, Postiga y Aranda, por lo que el preparador andaluz citó a 19 hombres.