El Juzgado de lo Social número 5 de la Audiencia de Bizkaia acogió ayer el juicio por la demanda presentada por Metro Bilbao para que un juez determine si la dirección del suburbano ha cumplido o no el acuerdo que alcanzó en julio pasado con los sindicatos sobre ampliación de plantilla en el Metro y que constituye uno de los motivos del conflicto laboral existente.

Las partes acordaron en aquella fecha un incremento de la plantilla de conductores en el metro de 162 a 166 y de supervisores de 175 a 182.

El abogado que representó a LAB, Diego García, consideró que Metro Bilbao plantea «inadecuadamente» la cuestión ya que «no es un conflicto jurídico, sino un conflicto de interés».

En su opinión, se le pide a la jueza del caso «un imposible: que tome partido en un conflicto laboral y haga suyo el interés de las partes».

La representante de ELA, Maite Gorroño, indicó que la de Metro Bilbao es «una demanda instrumental que, lejos de solucionar el conflicto, puede incluso agravarlo, pero no solucionarlo», dijo, tras recordar que lo tratado es solo uno de los puntos origen del conflicto laboral.

En contraposición, el representante legal de Metro Bilbao, Pablo Arregui, defendió que el objeto de litigio encaja dentro de un conflicto colectivo ya que ha provocado «multitud de huelgas» y afecta a la totalidad de la plantilla.

Los letrados de los sindicatos replicaron que la dirección ha incumplido lo pactado en relación a la contratación de conductores, que, a su juicio, corresponde a «plantilla estructural y a jornada completa» y no deben efectuarse mediante la conversión en indefinidos de contratos de relevo de personas que cubren una parte de la jornada que efectuaba otro trabajador ahora jubilado parcialmente.

Los sindicatos han sostenido que de esta forma no se alcanza el número de jornadas completas que debiera corresponder a una plantilla de 166 conductores.