Hay quienes denuncian las campañas de los demás con auténticas campañas propagandísticas. Por ejemplo, «El Mundo».

Ese diario continuaba ayer con el tema que el pasado sábado tituló «Batasuna lanza una campaña para anexionar Navarra al País Vasco» y aseguraba que la izquierda abertzale, «según documentos internos a los que ha tenido acceso este periódico, ha elaborado un completo plan cuya finalidad es llevar a cabo una campaña de agit prop coincidiendo con el quinto centenario de la conquista por Fernando el Católico». Y no se pierdan lo que sigue: «El intento de Batasuna es llevar a cabo una serie de actividades culturales en todas las localidades navarras cuyo objetivo es reescribir la historia y defender que Navarra fue sometida por la violencia». Qué va, lo más normal es que cuando se conquista un territorio, si se hace con educación, los conquistados accedan de buen grado. Además, «El Mundo» ya sabe, porque se lo han dicho «los analistas», que «en la campaña de Batasuna (...) subyace un intento de blanquear la violencia de ETA ya que su objetivo es la independencia de Euskal Herria». Está clarísimo, ¿no creen?

Y, según contaba ayer el mismo diario, «otra de las plataformas que utilizarán para amplificar su discurso es Nabarralde», cuya actividad consiste, fíjense qué perversidad, «en la organización de conferencias y publicación de artículos en defensa de su proyecto». Y, además, «entre sus promotores hay historiadores, antropólogos y gente del ámbito universitario». Claro que, como decía más adelante, en la plataforma «también figuran miembros del MLNV, muchos de ellos fichados por las Fuerzas de Seguridad del Estado», lo cual en este país no es deshonra alguna, «por sus relaciones con las organizaciones ilegalizadas como Herri Batasuna». Ya, personas a las que si por el periódico de Pedro J. fuera, habría que ahorcar o lapidar. O quizá pretende que defiendan su España «eterna».

Terminaba afirmando que «los foralistas navarros comienzan a reaccionar», y destacaba las palabras del diputado de UPN Carlos Salvador, que coincidían con las de los «analistas» a los que recurre «El Mundo»: «La campaña pretende dar honorabilidad al final de ETA». Servidora creía que las iniciativas a las que se refiere pretenden simplemente dejar en evidencia un montón de trolas procedentes casualmente del bando de los conquistadores y que se conozca la verdad histórica.