Las cajas vascas BBK, Vital y Kutxa celebran mañana sus asambleas ordinarias. Dos son los temas principales que están encima de la mesa: la respuesta social contra los desahucios que están ejecutando las tres entidades en un momento de crisis como el actual y, por otro lado, el problema con el que se están encontrando para mantener la obra social debido a que han declarado menos beneficios en 2011 al pasar una mayor cantidad a provisiones.

En BBK se estudiará la iniciativa que han firmado la izquierda abertzale, PSE, CCOO y Ezker Batua, que pide la paralización de los desahucios y que, en este momento, ha provocado un conflicto social importante entre varias familias que se quedarán sin sus viviendas en los próximos meses. La iniciativa cuenta con la firma de 36 de los 100 consejeros, por lo que se anticipa un debate importante, lo mismo que en Kutxa.

En este sentido, Stop Desahucios ha convocado en Bilbo a las 15:45 ante la asamblea en la sala de cultura de Gran Vía y en Donostia a las 15:30, delante del salón de actos de Kutxa en la calle Andia. El acuerdo de los cuatro grupos que participan en la asamblea exige entre, otras muchas cuestiones, que se paralicen de forma inmediata los procesos de ejecuciones hipotecarias para viviendas inferiores a 360.000 euros y «la asunción del compromiso de no iniciar nuevos procedimientos hasta la puesta en marcha del servicio de mediación del Gobierno vasco, que lo anunció hace unas semanas».

Otro tema importante es la obra social, puesto que Kutxa está poniendo a la venta diferentes locales donde se realizaba. La oficina más referencial de la obra social de Kutxa, en la calle Getaria-San Martín, la antigua «Gota de Leche», está en venta. El año pasado, Kutxa adelantó que había vendido patrimonio de la obra social por 8 millones, que en este año tiene intención de desprenderse de otros 15 millones. Todo esto tiene que ver con el destino de los beneficios, porque en 2011 una parte importante de los mismos pasaron a provisiones, con lo que la cantidad destinada a obra social bajará.

Por otro lado, la auditoría de cuentas sobre Kutxa en 2011 confirma, según su memoria, «el deterioro de 35,3 millones en la cartera de activos financieros disponibles y otros 96,7 millones menos, que corresponden al deterioro de la participada que gestiona los activos inmobiliario, según refleja Pricewaterhouse Coopers en el informe.