Escocia tendrá mayores competencias presupuestarias tras el acuerdo con Londres
GARA | EDIMBURGO
Escocia espera tener mayores competencias en materia presupuestaria e impositiva, tras el acuerdo alcanzado ayer entre los gobiernos británico y escocés.
Ambos ejecutivos se pusieron ayer de acuerdo en una serie de medidas que forman parte de un proyecto de ley sobre Escocia, que actualmente se está elaborando y con el que se pretende aumentar sus competencias autonómicas.
Según los puntos consensuados, Escocia tendrá -si prospera el proyecto- más capacidad de endeudamiento y se le concederá un nuevo impuesto sobre la renta, señaló ayer el ministro británico para Escocia, Michael Moore, en una comunicación presentada al Parlamento.
El Gobierno del primer ministro británico, David Cameron, y el escocés presidido por Alex Salmond recomendarán a sus diputados que respalden este proyecto cuando esté finalizado y se presente a los dos parlamentos, el escocés de Holyrood y el de Westminster.
Moore admitió que este acuerdo es «un importante paso adelante para la devolución», una mayor autonomía que incluiría poderes para recaudar sus propios impuestos.
El Ejecutivo británico opinó que se trata «del paquete adecuado con nuevos poderes para Escocia» y tan solo se implementará si también es aprobado por el Parlamento escocés.
Por su parte, el portavoz del Ejecutivo escocés, Bruce Crawford, indicó que, si bien se aseguran «cambios importantes» con el acuerdo, el proyecto de ley representa «una oportunidad perdida» para esa autonomía.
«Hemos luchado mucho para conseguir más poderes en el proyecto de ley sobre Escocia y hemos tenido éxito en la retirada de los elementos dañinos, pero el Gobierno británico se ha resistido a llevar a cabo cambios más significativos», lamentó Crawford, en referencia a las negociaciones sobre el contenido de la legislación.
El pasado 25 de enero, el ministro principal de Escocia, Alex Salmond, presentó en Edimburgo su plan para la celebración de un referendo sobre la independencia del territorio, que forma parte de Gran Bretaña desde 1707 en base al Acta de Unión.
Aunque la fecha de la consulta no ha sido fijada, el Gobierno de Cameron prefiere que se lleve a cabo a finales de 2013 para evitar que esa opción siga sumando apoyos, mientras que Salmond está a favor de realizarla en 2014.