Gloria LATASA | gloriameteo@hotmail.com
Sol azul
Aunque nos separan de él 149,5 millones de kilómetros, su luz tarda tan sólo 8 minutos y 18 segundos en llegar a la Tierra. Desde aquí, nosotros lo vemos cada día «dibujando» un arco en el cielo que cambia de posición según la época del año. ¿Por dónde sale? ¿Cuál es su recorrido? ¿En qué dirección estamos mirando cuando lo vemos? Buscaba respuestas a estas preguntas cuando me encontré con la sorpresa de que existe la posibilidad de que podamos ver el sol de color azul.
Un sol azul, sí, has leído bien. En el diccionario de meteorología lo definen como un «Fenómeno provocado por la presencia en la atmósfera de una cantidad importante de partículas, que, por una acción selectiva, atenúan las radiaciones solar o lunar (luna azul) de larga longitud de onda distinta a las correspondientes al azul o al verde». Así que también puede haber una luna azul…
Para que podamos ver algo tan extraño, es necesario que «floten» en el aire una determinada clase de partículas que deben ser de tamaño similar a la longitud de onda de la luz solar. Sólo así se podrá producir el fenómeno de difracción (desviación) que deje pasar las ondas de longitud más corta –color azul –, tiñendo al sol o a la luna de ese tono, y que disperse hacia el cielo las ondas de longitud más larga –los otros colores–. Lo que se produce en contadas ocasiones.
Otras condiciones necesarias para la observación de los astros en un color tan poco habitual son que el número de partículas sea abundante, que casi todas ellas sean de tamaño similar (monodispersas), que sean poco absorbentes… Rarezas que, al parecer, podrían estar relacionadas con las erupciones volcánicas, detrás de algunas de las cuales han sido vistos soles y lunas azulados.
Curiosamente, hay otra luna azul que no es un fenómeno óptico ni está relacionado con el color. Se llama así a la segunda luna llena que puede haber en un mismo mes. Algo que puede suceder sencillamente porque la duración del ciclo lunar es más corta que la de los meses –0salvo febrero–. Un fenómeno que se puede producir una vez al año (atentos, el próximo agosto), o, incluso, hasta dos.