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Presión frente a ilusión

Patxi Puñal espera ofrecer una gran noche a la afición ante un rival que llega a la cita más obligado.

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Amaia U. LASAGABASTER

Aunque los puntos le vendrían de perlas para asentarse en unos puestos europeos en los que todavía hay mucha tela que cortar, Osasuna afronta la visita del Real Madrid con más ilusión que presión. Todo lo contrario del líder, que en las últimas jornadas ha visto considerablemente reducida una ventaja que parecía definitiva y que, además, no cuenta Iruñea entre sus destinos favoritos.

Dos perspectivas, aspiración frente a obligación, ilusión frente a presión, diferentes que bien podrían condicionar la cita del lado rojillo. Así lo espera Patxi Puñal, aunque reconoce que solo será un factor a tener en cuenta. No el único y ni siquiera el más importante. «El factor presión es para ellos porque necesitan ganar, pero están acostumbrados a jugar con presión cada domingo, cada eliminatoria de Champions...», asegura el capitán, que del lado de su equipo ve motivación. «No hay duda de que jugar contra un equipo grande siempre motiva, da gusto, da alegría. Y vamos a tener aquí al líder, al Real Madrid, que de conseguir ganarles, daríamos un tirón para arriba y nos daríamos una alegría todos». Aunque para eso, más que las consecuencias de las perspectivas con las que encara el choque cada uno, hace falta firmar un partido bueno, o directamente perfecto. «Para sacar adelante un partido de estos hace falta lo de siempre, hacer un buen partido, eso sin duda, tener el acierto necesario para las pocas veces que vas a poder llegar y que además no tengan un buen día ellos. Es así», subraya.

Claro que el Real Madrid tendrá que aplicarse el mismo cuento. No solo porque «hoy en día no es fácil para nadie, ni siquiera para Madrid y Barcelona, ganar fuera de casa», sino también porque el Sadar es un estadio del que los merengues ya han salido trasquilados en más de una ocasión. A lo que hay que añadir la temporada que está firmando Osasuna, que ya fue capaz de derrotar al Barcelona en su fortín. Así que José Mourinho y sus hombres saben «de sobra lo que van a encontrar aquí. Un equipo incómodo, difícil, que va a correr mucho, que les va a apretar mucho, que les va a dejar pocos espacios en el campo...». En definitiva, que tampoco el Real Madrid «va a tener un partido fácil».

Los árbitros

Aunque siempre hay factores que pueden facilitar los partidos complicados. Por ejemplo las actuaciones arbitrales que, incomprensiblemente, tantas quejas de Real Madrid y Barcelona están recibiendo últimamente. Una circunstancia que a Puñal le produce «no sé si asco o risa. Pero algo se nos está escapando. En esto del fútbol, futbolistas, árbitros, periodistas... Cada uno tenemos nuestro espacio y todos nos debemos respetar dejarnos hacer el trabajo lo mejor posible cada uno. Si ya es difícil arbitrar normalmente, el estar juzgando a los árbitros, sobre todo los equipos grandes, por cada falta dudosa, el estar mirando con lupa no es nada bueno para los árbitros. Lo que pasa es que ahora del arbitraje de cada partido de Real Madrid y Barcelona se hace un programa entero. Creo que tenemos que tener un respeto a los árbitros -insistió-, dejarles hacer su trabajo y cuanto menos se hable de ellos, mejor».

Sobre todo de cara un partido importante, pero no definitivo. «Si ganamos, nos lanzaría hacia arriba, pero somos realistas y sabemos que aún ganándolo, todavía tendremos que pelear mucho para estar en Europa, igual que si no lo ganamos seguiremos peleando por estar lo más arriba posible. Lo que nos jugamos en este partido puntual es hacer las cosas bien y darnos una gozada, una fiesta y una gran noche para nosotros y para nuestros aficionados». Para el rival, la presión.

BALONES

Patxi Puñal no cree que fuera «para tanto» los balones lanzados desde la grada en los partidos ante Real Madrid y Athletic, pero -sobre todo teniendo en cuenta que El Sadar está apercibido de cierre- recuerda que «nuestra afición sabe lo que tiene que hacer, cómo estar y cómo comportarse».

Los rojillos regresaron al trabajo con varias ausencias

Osasuna entrenó ayer a puerta cerrada, con la ausencia de los dos últimos lesionados. Rubén, que sufre una sobrecarga en los isquiotibiales, y Marc Bertrán, que sufre una elongación en el bíceps.

Tampoco estuvieron Eneko Satrustegi, Roberto Torres y Manu Omwu -aunque sí Raoul Loé-, que trabajaron con el Promesas, por lo que en principio no entran en los planes de José Luis Mendilibar para el choque del domingo.

Sí podría hacerlo Ibra, que entrena con normalidad pero no tiene aún el alta. GARA

Preocupación madridista

En el Real Madrid están preocupados por el descanso de sus jugadores. Y es que el hotel en el que se concentrará se encuentra a escasos 500 metros en la Carpa Universitaria, donde la fiesta se prolongará toda la noche del sábado. En el plano puramente futbolístico, el panorama es más sosegado, con el equipo prácticamente clasificado para semifinales de la Champions. Ayer volvió al trabajo, de nuevo con la ausencia de Callejón, que sigue recuperándose del esguince que sufrió en El Madrigal. El que sí podría tener minutos en El Sadar es Di María, que entrena ya con normalidad. GARA

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