Marian Meaza Santos En nombre de los amigos de Txus Martín Hernando
Los más que indignados amigos de Txus Martín
Están reconociendo que no existen derechos para los vascos encarcelados y que su realidad de cada día depende de decisiones políticas
Somos amigos de Txus Martín y estamos más que indignados. La palabra «indignación» se queda muy corta, ante lo que está sucediendo con él.
Escuchamos en los medios de comunicación, de forma constante, palabras como reconciliación, perdón, memoria... como si la violencia en este país fuera algo pasado. ¡Qué más quisiéramos! Los que conocemos la historia de Txus en prisión no podemos hablar de la violencia como algo dejado atrás. Todavía hoy continúa sin ser reconocida su situación, sin recibir el tratamiento adecuado y cada día que pasa avanzando hacia la posibilidad de que todo se complique y sea irrecuperable.
Ya tuvo que soportar cinco años de aislamiento, en la literalidad más cruel de su significado, y resultó ser insoportable. Hasta el punto de intentar suicidarse. Enfermó como consecuencia de esa obsesión paranoica de las autoridades francesas y españolas por obtener de presos y presas objetivos políticos mediante el uso de la presión y del chantaje, mediante el uso de la violencia.
Mensajes como estos han sido y son habitualmente escuchados por nuestros amigos y familiares presos y presas en su día a día: «Si conseguimos de ti lo que queremos, tendrás acceso a los derechos que te corresponden por ser ciudadano preso. Si no lo conseguimos, verás a tus familiares recorriendo miles de kilómetros cada semana; a tus amigos esperando meses a que llegue una carta tuya. Si no conseguimos de ti lo que queremos, te encontrarás sólo sin nadie con quien disfrutar y recordar tu propia cultura e idioma. Si no lo conse- guimos, comprenderás cómo tenemos la oportunidad de entrar en tu celda a cualquier hora del día o de la noche, sin ningún miramiento hacia ti ni hacia tus cosas más íntimas, sin pensar ni mirar si unas botas pisan la última foto de tu compañera o de tu hijo. Si no conseguimos de ti lo que queremos, comprenderás lo que significa la palabra «impunidad», la de quienes pueden quitarte o darte cada día aquello que te corresponde simplemente por ser persona: tus derechos humanos más elementales. Ten claro que si no conseguimos de ti lo que queremos, conocerás hasta qué punto la violencia de la presión y el chantaje puede llegar a ser torturadora, insoportable. Conocerás hasta qué punto tus derechos son papel mojado». Así es, Txus. Con una mano te machacarán vivo, mientras que con la otra te ofertarán lo que ellos quieren que hagas. Con una mano negarán hasta tu condición de enfermo, mientras que con la otra te querrán empujar hacia lo que llaman vía Nanclares.
Hoy es el día en el que siguen relacionando los derechos humanos de los presos y presas con los pasos que dé o no la izquierda abertzale. Realmente, están reconociendo que no existen derechos para los vascos encarcelados y que su realidad de cada día depende de decisiones políticas, cuando deberían responder a unos derechos universalmente reconocidos. Hasta Amnistía Internacional ha sacado los colores al Gobierno español con este tema recientemente.
Desde nuestra condición de amigos de Txus, hacemos un llamamiento a la defensa de los derechos de los presos y presas, algo que responde a la voluntad mayoritaria de nuestra sociedad. Euskal Herria se ha pronunciado hace tiempo y sigue hablando día a día. La solución al tema de los presos es algo que está sobre todas las mesas políticas, algo absolutamente necesario en un momento como el actual. Hay que empezar urgentemente con la libertad de Txus y sus compañeros y compañeras enfermas. Esta injusticia no puede durar ni un segundo más. Aurrera presoen eskubideen defentsan!
¡Ánimo, Txus!