CRíTICA cine
«Redención» Gente apaleada
Mikel INSAUSTI
El excelente momento por el que atraviesa el cine inglés no podía dejar fuera a su vertiente más social, la representada por Mike Leigh, Ken Loach o Alan Clarke. Alegra saber que hay relevo generacional para estos veteranos maestros, aunque tan sólo fuera por el prometedor debut en la realización del actor Paddy Considine, que en “Tyrannosaur” habla de la generación de sus padres. Lo que de inspiración autobiográfica contiene la película resulta muy importante, por la cercanía que transmiten las vivencias experimentadas en el propio hogar, sin hablar de oídas o mediante suposiciones. El dolor de los protagonistas es muy real, muy tangible y, por lo tanto, creíble. Considine busca la verdad desnuda en su ópera prima, sin recurrir a tremendismos dramáticos ni a situaciones sobreactuadas. La virtud de ser transparente le libra de tener que cargar las tintas, y así no necesita de efectismo alguno en la vital secuencia introductoria del maltrato animal. En un plano corto se ve a Peter Mullan lanzando una patada, pasando acto seguido a un plano general del perro que yace muerto en el suelo. Es suficiente para saber lo que ha pasado, y que el acto criminal ha sido fruto de un arrebato violento, puesto que después este hombre destrozado llora la perdida del único ser vivo que le hacía compañía y procede a su entierro en el jardín.
El brutal acto y el duelo que le sigue define el desolador estado moral de una persona que ha tocado definitivamente fondo. El título de la versión doblada al castellano lleva a engaño, puesto que alguien así no cree en ninguna posibilidad de redención. El destino que le ha tocado vivir es tan duro y adverso, que no tardará en descubrir que la voluntaria de la tienda de caridad que parece dispuesta a echarle una mano para salir del agujero está incluso más jodida que él, por tener que soportar a un marido hipócrita que la maltrata a diario. Considine no promete una salvadora historia de amor para su pareja marginal porque sería tanto como mentir.