El consumo de energía eléctrica se convirtió en uno de los índices de referencia para analizar el impacto de la huelga, sobre todo gracias a la posibilidad que ofrece internet para hacer un seguimiento de los datos prácticamente minuto a minuto a través de la web de la compañía Red Eléctrica de España (REE).

Tanto el Gobierno español como los sindicatos UGT y CCOO utilizaron las cifras para apuntalar sus tesis, el primero sobre el fracaso de la huelga, los segundos sobre su éxito. Los datos señalaban, por ejemplo, que a las 13.00 la demanda en el Estado español -solo en el territorio peninsular- era un 19,8% inferior a la del jueves de la semana pasada. A las 18.00, la diferencia era del 20,5%.

La caída del consumo no se debe solo al descenso de actividad derivado de la huelga, puesto que ya era inferior el miércoles. Además de la actividad económica, otros factores que inciden en la demanda de electricidad son la temperatura, más elevada esta semana, y el cambio de hora que tuvo lugar el pasado fin de semana.

Caída del 36%

Por ello, resulta aún más impactante el dato de que en el conjunto de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa el consumo eléctrico a las 10.00 había descendido un 36% respecto a la víspera.

En la huelga general del 29 de setiembre de 2010, la reducción media del consumo eléctrico respecto a la previsión realizada por REE fue del 14%. En el paro general del 20 de junio de 2002, el descenso medio en relación a lo previsto se elevó al 20,5%.

El del consumo eléctrico es uno de los pocos datos indiscutibles, aunque no se libra de ser interpetable. La directora general de Política Interior del Ejecutivo de Madrid, Cristina Díaz, se apoyó en estas cifras para asegurar que el impacto de la huelga general estaba siendo «muy moderado».

Internet se llenó de denuncias, muchas de las cuales incluían fotografías a modo de prueba, en las que se acusaba a diferentes ayuntamientos de mantener encendido el alumbrado público en horario diurno a fin de amortiguar la caída del consumo.

Por su parte, en la web www.economistasfrentealacrisis.com fueron un paso más allá y calcularon en un 86,7% el impacto de la caída del consumo en la actividad productiva, frente al 66,6% de 2010 y el 82,8% de 2002. En la página se ofrece la posibilidad de descargarse un archivo PDF en el que se explica el método utilizado para lograr esos porcentajes. Este colectivo subraya que el dato general ofrecido por REE es menos significativo, ya que recoge el consumo de los hogares, que no se ve afectado por la protesta.