El Ibex encadenaba ayer la octava caída consecutiva al ceder un 0,87%. Hoy saldrá desde los 7.911 puntos, por lo que baja un 7,65% en lo que va de año. El desplome de las últimas ocho sesiones le ha supuesto un recorte del 7,92%. En el resto de plazas europeas se impusieron las tomas de beneficios del cierre de trimestre, aunque en este caso sus balances anuales se mantienen en positivo. Londres cedió un 1,15%, París, un 1,43%, y Fráncfort, un 1,77%. La sesión de ayer, dentro del Ibex, se caracterizó por celebrarse en un día de huelga general. Además, la prima de riesgo, que sigue apuntando a los 400 puntos, se elevó hasta los 366 puntos al cierre. Al otro lado del Atlántico, el sesgo negativo de los datos del mercado laboral, con una subida de las peticiones de subsidio de desempleo en las dos últimas semanas por encima de lo previsto, causaba también nerviosismo entre los inversores. Por lo tanto, el lastre de las malas noticias impidió detener la larga caída iniciada el 20 de marzo. Dentro del Ibex, donde catorce valores cotizan en mínimos anuales, se destacó la subida a última hora de Repsol (+2,57%), frente a la caída generalizada del resto de los pesos pesados. Santander, BBVA e Iberdrola bajaron más de un 1%. Los peores de la jornada fueron OHL (-2,73%), Indra (-2,66%), Mapfre (-2,26%) y Bankinter (-2,17%). En París, el sector bancario se vio arrollado también por el miedo a la crisis de deuda soberana. Así, Société Générale se dejó un 4,04%, BNP Paribas, un 3,29%, y Crédit Agricole, un 2,78%. Con todo, el más castigado fue Peugeot (-5,66%). Sólo L'Oréal (+0,95%) terminó con ganancias.