Japón ahorcó ayer a tres reos condenados a la pena de muerte por varios homicidios, lo que reabrió el debate sobre esta controvertida medida. Los ejecutados fueron ejecutados por ahorcamiento, el método establecido por la ley nipona, en centros de detención. Desde que el Partido Democrático de Japón (DP) llegó al poder en 2009 había instaurado una moratoria no oficial de la pena capital interrumpida con el ahorcamiento de dos reos en 2010.