Han pasado casi seis meses desde que ETA declaró el cese definitivo de su actividad armada. Una iniciativa, decretada de manera unilateral, que abrió una nueva etapa en Euskal Herria. Un nuevo tiempo marcado por la hoja de ruta adoptada en Aiete y acompañado por la suma de fuerzas impulsada por los agentes políticos soberanistas, que hace un año unieron sus siglas para responder a la «imposición del proyecto español», diseñado por Madrid.

En una rueda de prensa ofrecida ayer en Donostia, la portavoz de la izquierda abertzale, Maribi Ugarteburu, realizó un análisis de la situación política vasca, que en los últimos días ha estado centrada en gran medida por la ponencia de paz y convivencia en el Parlamento de Gasteiz. En este contexto, defendió un diálogo basado en los puntos acordados en la Declaración de Aiete como medio para superar la «cerrazón» del Gobierno español.

La izquierda abertzale considera que, para poder llevar a cabo ese diálogo, PP, PSOE y PNV deben mostrar predisposición y dejar atrás las actitudes «irresponsables», «ambiguas» y «electoralistas» mostradas hasta la fecha. «Para que haya soluciones tiene que haber un proceso de diálogo y acuerdo», advirtió Ugarteburu.

Su primera interpelación estuvo dirigida al líder de los conservadores españoles en la CAV. Durante su intervención ante los medios, Ugarteburu lamentó que Antonio Basagoiti no deja de repetir las «consignas que sus jefes en Madrid le trasmiten». «Basagoiti nos recuerda al unionista irlandés Ian Pasley y a su primitiva actitud antisoluciones», comentó.

Aprovechó también su intervención para cargar contra la estrategia política puesta en marcha por el Gobierno de Mariano Rajoy. Una visión política que, tal como indicó, está basada en la «vulneración de derechos y la violencia», lo que se refleja en la decisión adoptada por el Tribunal Constitucional (TC) respecto a la «doctrina Parot». A su parecer, el respaldo a la doctrina impuesta previamente por el Tribunal Supremo es «un ataque frontal contra las ansias de solución del pueblo vasco; es una muestra más del desprecio que muestra Madrid hacia las reivindicaciones vascas».

En cuanto a la actitud mostrada por el PSE, criticó la ambigüedad evidenciada por la formación de Patxi López, que, mientras «sigue la estrategia del PP, realiza algunas declaraciones acordes al nuevo escenario, forzado por la situación y consciente» del sentir mayoritario en Euskal Herria.

La izquierda abertzale no olvida que el PSOE fue quien impulsó la política de dispersión penitenciaria y puso en marcha el «caso Bateragune», por el que permanecen encarcelados Arnaldo Otegi, Rafa Díez, Sonia Jacinto, Arkaitz Rodríguez y Miren Zabaleta. Por ello, subrayó que el partido que lidera Rubalcaba «no puede eludir sus responsabilidades». En el mismo sentido, criticó las declaraciones de José Antonio Pastor en las que relacionó el aval a la «doctrina Parot» con la eventual legalización de Sortu. En opinión de Ugarteburu, estas palabras «dejan en evidencia que es eso que llaman sistema democrático español, un sistema que, en vez de respetar los derechos, los utiliza como cromos de cambio según los intereses políticos».

El PNV no salió mejor parado en el análisis realizado por la izquierda abertzale, ya que considera que ha programado su actividad política con la vista puesta en las próximas elecciones autonómicas. «En consecuencia, el PNV realiza el cálculo de que la mejor vía para alcanzar sus objetivos electorales es alinearse con la estrategia del PP», afirmó Ugarteburu.

Cambio de actitud

Tras analizar las posturas defendidas por los partidos políticos presentes en Euskal Herria y por el Gobierno de Madrid, la portavoz abertzale destacó que el Estado español cambiará de actitud cuando «a través de la lucha, de la acumulación de fuerzas y de la confrontación democrática, les hagamos llegar a la conclusión de que no hacerlo supone más costes que beneficios».

Según explicó, «a la voluntad permanente de boicot al proceso hay que responderle desde el esquema de acumulación de fuerzas, demostrándoles que cada vez somos más los que apostamos por las soluciones y por hacer frente al inmovilismo y a la política represiva del Estado español».

La izquierda abertzale insiste en que este esquema político, basado en la suma y en el diálogo, ha posibilitado la puesta en marcha de un nuevo tiempo y «posibilitará ahondar en el proceso, superando inercias y actitudes obstruccionistas».