El destructior «HMS Dauntless», uno de los buques de guerra más modernos de Gran Bretaña, zarpó ayer del puerto de Portmouth rumbo al Atlántico Sur, en medio de la tensión con Argentina por la soberanía de las islas Malvinas.

El barco, cuyo despliegue fue anunciado por el Gobierno el pasado enero, zarpó dos días después de que se cumpliese el 30 aniversario del comienzo de la guerra que libraron Gran Bretaña y Argentina por las Malvinas, en la que casi 900 personas murieron, en su mayoría argentinos.

El anuncio del despliegue de este buque causó el malestar del Gobierno argentino, que acusó a Gran Bretaña de militarizar el Atlántico Sur y el martes volvió a acusarlo de «colonialismo»

Por su parte el primer ministro británico, David Cameron, reiteró el lunes el compromiso de defender la autodeterminación del país.