Bildu hizo pública ayer su preocupación ante el «inminente» cambio de gestión del transporte urbano de Bilbo tras la venta a Alsa de la empresa Veolia, adjudicataria del servicio Bilbobus.

Por medio de un comunicado, la concejal abertzale Helena Gartzia considera que detrás de esta transacción económica hay «gato encerrado» y cree que las consecuencias «las pagaremos toda la ciudadanía y, en especial, la plantilla de Veolia». Asimismo, la colación abertzale hace un llamamiento al Ayuntamiento para que «rescate de inmediato» la concesión del servicio y que este sea público «como funciona en ciudades de nuestro entorno como Donostia y Gasteiz».

En su nota, Gartzia asegura que el principal accionista de Alsa es la empresa National Express «un fondo capital riesgo estadounidense conocido como fondo `buitre', cuyo único objetivo es la obtención de beneficios económicos y la máxima rentabilidad». En este sentido Bildu se pregunta cuál es la explicación por la que una empresa «compra otra que no da beneficios y que durante, como mínimo cuatro años, tiene que seguir con el mismo contrato y la misma plantilla».

El regreso de TCSA

El grupo municipal de Bildu en Bilbo recuerda que la venta de Veolia a Alsa supone volver a poner al frente de Bilbobus a la empresa TCSA, la primera adjudicataria del servicio, que en 2008 fue adquirida también por National Express.

En este sentido, la formación abertzale manifiesta su preocupación por el regreso a la gestión de la empresa TCSA que en sus años como adjudicataria también de Bizkaibus «redujo puestos de trabajo, fue multada por incumplimiento de accesibilidad, sancionada por Diputación por cierre de instalaciones, acusada de falta de higiene en las unidades y denunciada por Inspección de Trabajo por las malas condiciones de seguridad e higiene».