LAB ha trasladado una propuesta al resto de sindicatos para alcanzar un acuerdo de mínimos para «blindar» la negociación colectiva frente al ataque directo que establece la reforma laboral del PP, que «entrega todo el poder a la patronal», según dijo Asier Imaz, secretario de la Federación de Metal.

Garbiñe Aranburu, secretaria de Política Institucional de LAB, presentó ayer en Bilbo la propuesta que presentaron la semana pasada a ELA, STEE-EILAS, CCOO y UGT para establecer un «acuerdo de mínimos» entre todos «para blindar el derecho a la negociación colectiva» y, por lo tanto, frenar la reforma laboral que incide en esta materia. La iniciativa se extiende a Hego Euskal Herria, aunque todavía no han podido reunirse con UGT de Nafarroa.

Según la iniciativa que LAB ha transmitido a las centrales, se establecerían marcos sectoriales de comunidad autonómica para blindar los convenios de herrialde. «Así -según expresó Garbiñe Aranburu- se mantienen los convenios provinciales y tienen prioridad aplicativa sobre los convenios estatales». En esos acuerdos, el convenio provincial «tiene carácter de mínimos, que no podría ser negociado a la baja en las empresas».

Todo ello requeriría «un compromiso de todos los sindicatos de no negociar nada por debajo del convenio provincial en las empresas». LAB introduce dos preceptos importantes en la propuesta, como es el compromiso de «no introducir el arbitraje obligatorio en los convenios, como una forma de quitarle unilateralidad a la patronal y para que los acuerdos adoptados tengan el valor suficiente», precisó la secretaria de Política Institucional.

También introduce la necesidad de que en los convenios aparezca el principio de ultraactividad, que la reforma laboral del PP lo ha retirado para dar ventaja a los empresarios.

Aranburu estuvo acompañada en la rueda de prensa por Xabier Ugartemendia, Arantxi Sarasola y Asier Imaz. La dirigente sindical afirmó que «el modelo de relaciones laborales, que se nos impone reforma tras reforma desde Madrid, es el de dar poder absoluto a la parte empresarial y precarizar cada vez más nuestros derechos. Cada día que pasa, se hace más evidente la necesidad de construir un marco vasco de relaciones laborales y de protección social que nos permita desarrollar un modelo propio de legislación laboral».

Por el marco propio

LAB recordó que en las últimas semanas, «cada uno con sus matices», tanto CCOO y UGT o los partidos como PNV, PSE y PSN, «se han sumado a esta reivindicación en el sentido de que hay que construir un marco propio, que es un pilar básico para poder desarrollar un modelo propio de relaciones laborales». Para Aranburu, «es indispensable para mantener el derecho a la negociación colectiva neutralizar los efectos de la reforma laboral».

La central abertzale cree que «es deber de todos los sindicatos luchar para que los trabajadores vascos tengan derecho a la negociación colectiva en nuestro ámbito, porque supone mejores condiciones laborales y salariales frente a la que se establece y pacta en Madrid. Es una realidad», precisó Aranburu.

La responsable sindical confirmó que la propuesta que han presentado a todos los sindicatos irá adelante «con quienes estén de acuerdo con la iniciativas y podamos realizar mayorías suficientes en las mesas de negociación colectiva para llevarla a cabo».

A juicio de LAB, «la mesa del acuerdo interprofesional se rompió por la avaricia de Confebask» y establece que «ahora mismo no se dan las condiciones para retomar aquellas negociaciones». Porque, como explicó Garbiñe Aranburu, «la reforma laboral del PP, que en Euskal Herria ha sido rechazada con fuerza por los trabajadores, ha introducido nuevos elementos que desregulan aún más la negociación colectiva, ya que confieren a la patronal el poder absoluto para la negociación y precariza los derechos laborales». Criticó a Confebask y a la CEN porque estos días se han dedicado «a quitar virtualidad a la huelga general masiva» que se desarrolló en Hego Euskal Herria el pasado jueves. Añadió que «han optado por la conflictividad y eso es lo que vamos a hacer con esta propuesta, trasladar la pelea a los sectores».

Porque, de lo contrario, la negociación se realizará en el ámbito del Estado español y en las empresas, «sin posibilidad de un marco de negociación a la mayoría de los trabajadores de Euskal Herria».

En este caso, dejó claro que si ocurre eso, «perderíamos nosotros y nosotras, porque muchos de esos sectores están más feminizados y dejarlo en manos de Madrid es perder salario y derechos. Hay que ofrecerles una alternativa y ese es el objetivo de la propuesta».