El Ibex sigue con paso firme en su descalabro. Hoy saldrá desde los 7.660,70 puntos, sus nuevos mínimos anuales, después de ceder un 2,09%. Este nuevo patinazo le coloca a un paso de perforar los mínimos de 2011 en la última sesión semanal. Hasta el martes no volverá a negociarse en el SIBE. Con todo, el Ibex, que cede un 10,57% en el año, no sufrió el mayor castigo. Así, Fráncfort se hundió un 2,80%, París, un 2,74%, y Londres, un 2,30%. Estos tres índices presentan balances anuales positivos. Las contundentes bajadas en Europa, y más tarde en Wall Street, tenían argumentos diferentes, aunque en todos ellos aparecían el temor a una bancarrota del Estado español y a la insatisfactoria recuperación de la economía estadounidense. Para empezar, la subasta de deuda del Estado español no pudo tener peor resultado: subida del tipo de interés y demanda inferior a la esperada. Al otro lado del Atlántico, pese al buen dato de empleo privado, se ponía énfasis en el lento crecimiento económico y el alejamiento de un nuevo plan de estímulo monetario. En el Ibex, sobresalió el desplome de Bankia (-4,40%), tras la fuerte venta de las acciones canjeadas por preferentes. Abengoa (-4,22%) y Acciona (-3,97%) completaron el podio de los peores. Todos los grandes terminaron en rojo. Entre ellos, Iberdrola (-2,63%) y Santander (-2,54%) se llevaron la peor parte. BBVA, Telefónica y Repsol recortaron más de un 2%. Solo Ferrovial e IAG evitaron las pérdidas. En París, todos los valores, con Alcatel-Lucent (-7,09%) al frente, acabaron en negativo. Hasta 22 firmas redujeron en más de un 3% sus precios.