La milicia islámica somalí Al-Shabab asumió ayer el atentado suicida cometido contra el primer ministro, Abdiweli Mohamed Ali, en el Teatro Nacional de Mogadiscio, que se saldó con al menos cinco muertos y varios heridos en estado crítico y del que el jefe del Gobierno títere, que se dirigía al público en el momento del ataque, salió ileso al igual que otros tres miembros de su Gabinete presentes en el lugar. El atentado fue cometido por una kamikaze que se hizo pasar por periodista y que, según Al-Shabab, formaba parte de «una brigada de mártires».

Primero se habló de diez fallecidos, pero el Gobierno rebajó el balance a cinco. Entre las víctimas mortales están el presidente de la Federación de Fútbol de Somalia, Said Mohamed Mugabe; el del Comité Olímpico del país, Adam Haji Yabarow, y el compositor Abdullahi Dirie Ali, conocido como Qabyaalad-Diid. Entre los heridos figuran el ministro de Finanzas y dos diputados.

El Teatro Nacional fue reabierto el pasado 19 de marzo como símbolo de la reconstrucción de Mogadiscio.