Ankara ve inviable el alto el fuego en Sira tras los últimos ataques
Turquía consideró inviable el alto el fuego en Siria que, según la hoja de ruta marcada por la ONU, debería comenzar hoy mismo, tras el tiroteo registrado en un campo de refugiados junto a la frontera con Siria, en el que murieron dos personas. En otro incidente, un cámara de Líbano falleció cuando, junto a otros dos periodistas, realizaba cerca de la frontera un reportaje sobre refugiados sirios.
GARA | DAMASCO
El viceministro turco de Asuntos Exteriores, Naci Koru, consideró ayer «inviable» el alto el fuego que hoy debería entrar en vigor en Siria, tras el tiroteo registrado cerca del campo de refugiados de Kilis, en la región fronteriza de Oncupinar. Varias personas murieron y un número indeterminado resultaron heridas cuando, aparentemente, trataban de cruzar al lado turco.
Según explicó el gobernador de Kilis, Yusuf Odabas, el Ejército sirio comenzó a disparar contra un grupo de personas que intentaba cruzar el paso fronterizo de Salama y se vieron atrapadas en un tiroteo entre fuerzas gubernamentales y grupos armados opositores
Odabas indicó que, al menos, 17 personas resultaron heridas, de las cuales dos fallecieron tras su traslado al hospital, según precisó el director del Hospital Público de Kilis, Yemliha Aksoy, en declaraciones a la agencia turca Anatolia. Subrayó que el despliegue de ambulancias enviadas a la frontera para atender a los refugiados permitió trasladar rápidamente a los heridos hasta hospitales cercanos, entre los que había dos ciudadanos turcos que trabajaban en el campo. Varios activistas sirios denunciaron que las tropas de Bashar al-Assad comenzaron a disparar directamente contra el campamento cuando saltaron las vallas del recinto para ayudar a los recién llegados. «Hay diez casas prefabricadas atravesadas por las balas», afirmó uno de los refugiados.
Tras lo ocurrido, las fuerzas de seguridad turcas se desplegaron en la carretera que une la ciudad de Kilis con el paso fronterizo de Oncupinar, impidiendo el paso a periodistas y civiles. El viceministro de Exteriores señaló que las autoridades turcas estaban «evaluando hasta qué punto estas informaciones son serias» y si el fuego se dirigió contra Turquía o si los tiroteos se produjeron en territorio sirio.
Responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores turco se pusieron en contacto telefónico con el encargado de negocios de la embajada siria en Ankara para exigir la interrupción inmediata de los disparos.
Por otra parte, un cámara del canal libanés Al Jadeed murió cuando junto a otros dos periodistas hacía un reportaje sobre los refugiados en la zona fronteriza con Siria. Uno de ellos, Husein Jreis, aseguró que soldados sirios dispararon contra su vehículo cuando circulaban por Wadi Jaled. Los tres periodistas lograron salir del coche, que tenía visible el nombre de la cadena, pero Chaaban resultó herido de gravedad y falleció en el hospital. Denunció que los militares continuaron disparando por lo que estuvieron tres horas en el suelo antes de que el Ejercito libanés y los habitantes de Wadi Jaled pudieron ayudarlos. Resaltó que estaban en territorio libanés y que esa zona no era considerada peligrosa.
Ankara condenó lo ocurrido y recordó que «los ciudadanos sirios que han huido de la violencia del régimen están bajo plena responsabilidad de Turquía». Por su parte, tanto el primer ministro como el presidente libanés exigieron una investigación por la muerte del cámara Ali Chaaban, de 31 años.
HRW acusó a las fuerzas y milicias del Gobierno de haber cometido un centenar de ejecuciones sumarias en las últimas semanas en las provincias de Homs e Idleb. Por otra parte, doce miembros de las fuerzas de seguridad siria fallecieron ayer en varias acciones armadas en el provincia de Damasco, en Alepo y en la frontera con Turquía.
El enviado especial de la ONU y la Liga Arabe para Siria, Kofi Annan, visitará hoy los campamentos de refugiados levantados en el sureste de Turquía para acoger a los aproximadamente 24.000 civiles que han huido de Siria. En concreto, visitará los campos de la provincia de Hatay antes de continuar viaje hacia Teherán para abordar con las autoridades iraníes la crisis siria. «Va a ver con sus propios ojos y hablará con los sirios. Por eso, estimo que mañana -por hoy- se iniciará un nuevo período», manifestó el viceministro turco de Exteriores, Naci Koru.
Ante los enfrentamientos de ayer y las denuncias de asedios y bombardeos en varias ciudades -en los que, según grupos opositores habrían muerto 80 personas-, el portavoz de la diplomacia china, Liu Weimin, exhortó al «Gobierno y a todas las partes implicadas a respetar sus compromisos de cese del fuego y de retirada de las tropas». El Ejército Libre Sirio supeditó el cese de sus actividades armadas a que Damasco haga lo mismo y se negó a ofrecer por «escrito» las garantías exigidas por el presidente sirio, Bashar al Assad, para implementar la hoga de ruta diseñada por Annan.
En este contexto, llegó ayer a Moscú el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, que hoy se reunirá con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. «Rusia trabaja activamente con Damasco para comenzar un proceso de arreglo político. Los intentos de forzar una solución desde el exterior únicamente conducirán a una escalada de tensión», advirtió ayer Guennadi Gatilov, viceministro de Exteriores. Por su parte, el representante en Moscú del Consejo Nacional Sirio, Mahmud Hamo, criticó esta visita y aseguró que Damasco «solo busca excusas para renunciar a sus declaraciones». GARA
