CARGA MORTAL EN BILBO
Ares sigue sin aportar una explicación tras la muerte de Iñigo Cabacas
Iñigo Cabacas Liceranzu falleció ayer después de cuatro días en coma como consecuencia de las graves lesiones cerebrales sufridas tras una carga de la Ertzaintza en María Díaz de Haro después del partido del Athletic contra el Schalke. Familiares, amigos y testigos coinciden en que fue el disparo de un pelotazo lo que le originó la fractura craneal, mientras la Ertzaintza continúa cuatro días después afirmando que investiga hechos que Rodolfo Ares tilda de «extraordinaria gravedad».
Nerea GOTI | BILBO
Iñigo Cabacas Liceranzu, el joven herido tras una carga de la Ertzaintza la noche del pasado jueves en Bilbo, falleció en la mañana de ayer en el Hospital de Basurto. Ingresó con una fractura craneal por estallido y desde la misma noche del jueves permanecía en coma, con pronóstico muy grave, intubado y conectado a ventilación. Ayer, el equipo médico que le atendía certificó su fallecimiento, tras retirarle la sedación y confirmar la muerte cerebral.
Cuatro días después de los hechos, la Ertzaintza indicaba tras ello que todas las hipótesis están abiertas y que los sucesos se investigan. Dice estar procediendo a la reconstrucción de los hechos en base a las declaraciones de testigos y agentes. Familiares y amigos de Iñigo Cabacas tienen claro, sin embargo, que la fractura craneal del joven se produjo como consecuencia de un pelotazo.
Iñigo Cabacas tenía 28 años, era originario de Basauri aunque residente en Bilbo, y había quedado con un grupo de amigos en una zona de bares próxima al estadio de San Mamés para celebrar la clasificación del Athletic frente al Schalke 04.
La versión de sus amigos coincide con el relato de varios testigos, que fuentes anónimas han hecho llegar a GARA. Alrededor de las 23.30 del jueves, en la calle María Díaz de Haro, en las inmediaciones de la herriko taberna de Indautxu, se produjo una pelea entre dos personas, un altercado no tumultuoso y bastante habitual en jornadas festivas marcadas por la ingesta de grandes dosis de alcohol.
Los inicidentes más graves se produjeron precisamente cuando dotaciones de la Ertzaintza hicieron su aparición en el lugar. Los testigos afirman que se trataba de un gran despliegue de efectivos que comenzaron a disparar pelotas de goma contra la multitud nada más descender de los furgones.
«El joven herido estaba apoyado en una ventana del bar, que hacía las veces de barra, y fue alcanzado en la cabeza por una pelota sin tan siquiera haberse percatado de la llegada de los agentes», señalan testigos anónimos en una versión directa que hicieron llegar a GARA el domingo. Las mismas fuentes precisan que el lanzamiento de botellas a las dotaciones policiales fue en respuesta a la carga policial, no antes de la misma. De hecho detallan que el lanzamiento de objetos y la quema de un contenedor se produjeron «al menos 15 minutos después de la carga policial».
Los testigos sostienen, asimismo, que el furgón policial no pasaba por el lugar, «sino que estaba aparcado en la entrada de la plaza». Detallan que «no hubo aviso por parte de la Policía, la cual entró en una plaza atestada de gente disparando pelotas, no al aire precisamente, de forma indiscriminada». «Fue tras esto cuando algunos jóvenes comenzaron a lanzar botellas a los furgones y a la Policía».
Actuación excesiva
Entre los testigos presenciales se encuentra una pareja de Málaga, que pudo atender en primera instancia a Iñigo. Según su testimonio, al que ha podido tener acceso este diario, entienden «que era necesaria la actuación de la autoridad debido al altercado entre dos jóvenes», pero califican de «excesiva» que la actuación de la Policía. «He visto peleas en la feria de agosto de Málaga, en las que la Policía ha conseguido dispersar una plaza más grande y con mucha más gente sin necesidad de disparar pelotas de goma, utilizando únicamente las porras», expresa uno de los testigos mala- gueños.
Tras conocerse la muerte de Iñigo Cabacas, el consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, hizo público en un comunicado para anunciar su solicitud de comparecencia urgente ante el Parlamento por estos hechos.
La muerte de Iñigo Cabacas vuelve a poner en tela de juicio la actuación de la Ertzaintza. El pasado 29 de marzo, jornada de huelga general, el gasteiztarra Xuban Nafarrate, de 19 años, resultó gravemente herido por el disparo de un pelotazo de la Ertzaintza, según testigos presenciales, frente a la versión del propio cuerpo policial, que atribuyó la lesión al golpe sufrido en una caída. Y justo una semana más tarde, cuando aún no se habían apagado los ecos de Gasteiz, se produciría la carga de Bilbo que ha producido esta muerte.
En este caso, la intervención se produjo, además, en el contexto de un especial dispositivo policial de seguridad ante el partido de fútbol. La Ertzaintza había adelantado que el despliegue sería extraordinario.
El pasado 7 de febrero, también antes de un partido en San mamés, dos reporteros gráficos fueron agredidos por la Ertzaintza, en una actuación que Interior justificó como una «actuación individual» de un agente.
Cientos de personas abarrotaron ayer por la tarde el callejón de María Díaz de Haro minutos antes de las 19:00 para participar en la concentración convocada tras conocerse la muerte de Iñigo Cabacas. En el mismo lugar en el que el joven basauritarra cayó gravemente herido el pasado jueves tras una carga policial de la Ertzaintza, junto a Kirruliren Txokoa, podía verse una pancarta con el texto «Ez dago eskubiderik. Iñigo gogoan zaitugu'', junto a la fotografía del joven que puede verse en las redes sociales. Sobre el suelo, una bandera de la peña Piratak del Athletic y una bufanda del club, junto a varias velas encendidas y decenas de jóvenes visiblemente afectados, que no podían contener el llanto con la mirada puesta en la imagen de Iñigo.
En nombre de la familia y amigos, una joven expresó su solidaridad y anunció que las flores se mantendrán en el lugar hasta el próximo domingo para que más personas puedan participar en la ofrenda en recuerdo de Iñigo Cabacas. Pidió tranquilidad a los congregados y señaló que«los amigos y la familia no quieren ningún tipo de altercado». Sus palabras, respondidas por aplausos, dieron lugar a quince minutos de silencio, apenas roto por los llantos del grupo de amigos y los desmayos de dos personas que se encontraban junto al grupo de allegados.
Especialmente emotivas fueron las entregas de claveles rojos y blancos que los amigos de Iñigo fueron depositando sobre la bandera de Piratak, al tiempo que lanzaban besos a su fotografía. Al término de los 15 minutos de silencio arreciaron gritos de «Herriak ez du barkatuko» que el grupo de amigos silenció rápidamente. «Esto ha terminado, tranquilos para casa o adonde queráis, pero ni un grito», recordaron a los presentes. De hecho, estaba anunciada una posible manifestación, que finalmente no se hizo en atención al ruego de familares y amigos.
En la concentración participó de motu propio un grupo de compromisarios del Athletic, entre el que se encontraba la abogada y representante de la izquerda abertzale Jone Goirizelaia, y también estuvieron presentes representantes de Esait.
La noticia de la muerte de Iñigo Cabacas puso al rojo vivo las redes sociales desde primera hora de la tarde. De hecho, rápidamente se convirtió en un trending topic, la noticia más comentada en Twitter. Arreciaron los mensajes de solidaridad con sus allegados y las demandas de justicia, además de las denuncias de seguidores del Athletic por los excesos de la Ertzaintza, demasiado frecuentes para la hinchada del club, especialmente en los últimos tiempos, un tema recurrente en muchos foros de seguidores del club ya antes, en los que se hacía referencia a episodios como la retirada de bandera.s
A través de las cuentas de Twitter fueron Fernando Llorente, Ibai Gómez y Koikili Lertxundi los jugadores del Athletic que en primera instancia mostraron sus condolencias a la familia de Iñigo Cabacas. Además, muestran su pesar por que sucesos como estos se produzcan alrededor del fútbol.
También el tratamiento informativo de la noticia en algunos medios y la ausencia de pronunciamiento por parte del club hasta el momento han sido motivo de denuncia en las cuentas de twitter, en las que se podía leer reflexiones como «asesinan a Iñigo Cabacas, 10 años de cárcel por un tartazo [ver página 18]». N.G.